
Los partidos independentistas catalanes JxCat y ERC han alcanzado un acuerdo para que Jordi Sànchez, el presidente de la Asamblea Nacional Catalana, sustituya a Carles Puigdemont al frente de la Generalitat. La condición de preso de Sànchez, no obstante, mantiene los nubarrones sobre la viabilidad real del proyecto de Gobierno secesionista. El propio Puigdemont habría insistido en esta candidatura, como un pulso al Gobierno. Moncloa insta al independentismo a buscar un candidato a la Generalitat sin causas judiciales.
El pacto, que se ha producido después de que los partidos citados hayan acordado el reparto del control de los medios de comunicación públicos de la comunidad autónoma catalana, será presentado en sociedad este miércoles.
La propia ERC alentó el lunes la expectativa de que se pudiese cerrar un acuerdo de Govern de forma inmediata, si bien Sergi Sabrià, portavoz de los republicanos, no quiso entrar a valorar los nombres de los posibles sustitutos del expresidente fugado. Además de Jordi Sànchez, otros nombres de presidenciables que se habían barajado fueron los de Jordi Turull, Elsa Artadi o Josep Rull.
Oriol Junqueras, exvicepresidente del Gobierno catalán y que también se encuentra en prisión provisional, solicitó permisos especiales tanto para acudir a la sesión de constitución del Parlament, como a la de la investidura de Carles Puigdemont, que fue pospuesta sine die por Roger Torrent. En ambos casos, estos permisos fueron denegados por el juez del Supremo que instruye el caso sobre el procés, Pablo Llarena.
Se desconoce qué pasos podría dar el abogado de Sànchez, pero presumiblemente no serán muy diferentes a los del abogado de Junqueras, lo que arroja serias dudas sobre las posibilidades reales del nuevo candidato de llegar a ser investido como president del Govern catalán y de sus posibilidades de evitar que la Justicia lo inhabilite.
"Legitimidad" de Puigdemont
Por otro lado, cualquier paso al lado de Carles Puigdemont parece que pasa primero por el reconocimiento del Parlamento catalán de su "legitimidad". El próximo domingo se prepara un acto en Bruselas para reivindicar esa "legitimidad", que no puede pasar de ser algo meramente simbólico.
De hecho, JxCat registró el pasado viernes una propuesta de resolución en la que se recoge la "ilegalidad" del cese del expresidente y su "legitimidad" como president, aunque sea en Bruselas, a cientos de kilómetros de distancia. Este texto, aunque JxCat sostiene que se pactó con ERC, creó problemas con los republicanos. La lista de Puigdemont lo habría tramitado sin acordarlo con sus socios. En principio, se debatirá el próximo jueves, que es cuando Roger Torrent ha fijado un pleno. También se someterán a consultas las propuestas de resolución de otros partidos; entre ellos, de Ciudadanos, PSC, Catalunya en Comú y el PP.
En cualquier caso, los secesionastas continúan negociando cómo repartirse los núcleos de poder dentro del futuro Ejecutivo: aún no han cerrado el plan de gobierno y faltan elementos relevantes, como la situación de las delegaciones en el extranjero, cerradas por la aplicación del 155. Se da por descontado que Raül Romeva (ERC) repetirá en la Consejería de Relaciones Institucionales.