El próximo 27 de febrero se cumple un mes desde que se publicaran en el BOE las medidas cautelares adoptadas por el Tribunal Constitucional para la investidura de Carles Puigdemont. En ellas, establecía que el expresidente catalán, fugado a Bélgica, no podía ni recurrir a medios telemáticos, ni delegar su investidura en un tercero, ni tampoco acudir al hemiciclo sin una autorización previa del juez que instruye el caso por el procès en el Tribunal Supremo, Pablo Llarena.
Roger Torrent, presidente del parlamento catalán, que fue llamado en ese mismo escrito a impedir cualquier iniciativa que diera pie a que Puigdemont eludiera dichas medidas, previa consulta a los letrados del Parlament, pulsó el reloj de freno hacia unas nuevas elecciones; que el propio Constitucional podría reactivar en las próximas semanas.
Está previsto que el pleno del Tribunal Constitucional se reúna el próximo 6 de marzo. En esta reunión se podría admitir a trámite, o rechazar, el recurso contra la investidura de Carles Puigdemont.
Por el momento, desde el tribunal explican que no existe un "orden del día" para la sesión. En el caso de que el Tribunal no se pronuncie, la siguiente reunión del pleno se produciría el 20 de marzo.
Según los letrados del Parlament, hasta que el Constitucional al menos no dictamine si acepta o no el recurso del Gobierno de Mariano Rajoy, el plazo está parado. Con su admisión a trámite, que, de facto, invalidaría la candidatura de Carles Puigdemont, la situación en Cataluña esta totalmente parada.
Los partidos constitucionalistas, sin embargo, también están jugando sus cartas para buscar una salida por otra vía al bloqueo que se vive y ante la negativa de Puigdemont de dar un paso lado y la falta de acuerdo entre JxCat y ERC, el PSC también ha puesto su grano de arena para tratar de acelerar que el calendario corra, provocando que exista presión en las negociaciones.
Los socialistas catalanes presentaron la semana pasada un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, que incluso podría resolverse antes que el recurso del Gobierno. Este tipo de peticiones el tribunal las cursa en sala, y la próxima reunión está prevista para el lunes 5 de marzo, un día antes que la del pleno. En su petición, el PSC solicitaba que el Constitucional diera por iniciado el periodo hacia otras elecciones; que es exactamente lo mismo que incluye la propuesta de resolución que los socialistas llevarán al pleno del Parlamento del próximo jueves. El PSC ya utilizó está herramienta para frenar el pleno en el que, en un principio, Puigdemont podría haber declarado la independencia, tras la lectura de los resultados del 1-O. Finalmente, lo hizo en otro, en el que la ruptura no formaba parte del orden del día.
Aunque es poco habitual antes del primer pleno de investidura, el pasado viernes el presidente del Parlament, Roger Torrent, decidió convocar uno el 1 de marzo para que se debatan cinco proposiciones de resolución de "desbloqueo" de la situación. La aritmética parlamentaria no asegura que salgan adelante las de los constitucionalistas.
Cinco resoluciones, una para Puigdemont
La semana que entra puede ser clave para dar un paso adelante para forzar el paso al lado de Carles Puigdemont y nombrar un candidato alternativo. En principio, está previsto que el próximo jueves el Parlamento de Cataluña celebre su primer pleno de la legislatura. En él, se debatirán hasta cinco resoluciones -propuestas por JxCat, Catalunya en Comú, Ciudadanos, PP y el PSOE- y solo una de ellas recoge "que el Parlament cuenta con la mayoría suficiente para ratificar la confianza a Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat".
Es un texto complejo, que según JxCat se ha pactado con ERC, en el que se califica de "ilegal e ilegítima" la destitución de Carles Puigdemont y que formaría parte del posible acuerdo de gobierno entre los partidos independentistas. No obstante, el viernes ERC no se mostró muy contento con que la resolución se hubiera presentado de manera unilateral y, además, en principio, les obligaría a apoyarla para poder dar pasos adelante hacia el desbloqueo. Ambos partidos habrían roto las negociaciones el jueves, pero el viernes se volvieron a reunir, junto con la CUP, que solicitó un acuerdo por escrito para poder presentarlo ante sus bases.
Con el actual reparto del hemiciclo, otra proposición que podría salir adelante es la de Catalunya en Comú-Podem. A diferencia de la del PSC, la formación liderada por Xavier Domènech omite incluir en el texto proponer que la cámara dé por iniciado el plazo hacia unas nuevas elecciones. Domènech explicó que su partido tomaba como punto de partida las conclusiones de los letrados del Parlament, que consideran que hasta que el Constitucional valore el recurso de Moncloa el plazo no se termina.
