
Al igual que hiciera CSI en los primeros años del nuevo siglo, la serie estrenada en 2017 Mindhunter ha vuelto a poner de moda a los criminólogos y expertos en comportamientos violentos que trabajan en unidades de investigación y seguridad.
En la Guardia Civil española, este departamento especializado se traduce en las siglas SACD, la Sección de Análisis de Comportamiento Delictivo de la Policía Judicial que, según relata el diario El Mundo, fue una unidad pionera en este ámbito. El grueso de su trabajo consiste en recabar datos alrededor de un crimen, sobre la víctima y el autor, para trazar perfiles delictivos que permitan su detención o el mejor modo de abordar un interrogatorio que conduzca a un esclarecimiento de los hechos. A veces están obligados a viajar 20 años atrás en la vida de una persona para encontrar sus motivos o el sentido de su conducta, como sucedió recientemente con el caso de 'El Chicle', el asesino confeso de Diana Quer.
El capitán José Manuel Quintana, perteneciente a esta sección, asegura que el perfil más complicado es el del psicópata, "el listo, frío calculador, que no tienen apego por nada ni por nadie". "Los psicópatas existen, pero la mayoría no son asesinos, trabajan en bancos", afirma. Explica que son perfiles e personas que no se dejan embaucar por los sentimientos, en los que "prima su beneficio personal sin importarle a quien pisar" y que "está muy normalizado en la sociedad capitalista actual".
Surgen nombres mediáticos como el de José Bretón, condenado por el asesinato de sus dos hijos, a quien los agentes especializados describen como un psicópata. El primer análisis de horas de grabación de sus interrogatorios ya ofrecieron datos suficientes que apuntaban a que mintió en todo momento y que era el responsable de la muerte de sus hijos.