
Desde Vic, a Barcelona y por la noche. La campaña electoral arranca a las 00:00 horas del 5 de diciembre, pero los distintos partidos comenzarán con los actos de arranque de campaña desde la tarde/noche del lunes. El PSC dará el pistoletazo de salida a la campaña en L'Hospitalet de Llobregat, uno de los municipios en los que gobierna. C's y el PP celebrarán el acto en Barcelona, mientras que ERC ha optado por Vic, en Girona, como la localidad para empezar la campaña. La alcaldesa de Vic, no obstante, apoya a JxCAT.
Que las elecciones que vivirá Cataluña el próximo 21 de diciembre serán especiales se ha dejado sentir en la precampaña, que ha discurrido por dos caminos muy diferentes para los partidos constitucionalistas de los independentistas. Con apenas tres programas electorales hechos públicos hasta hoy (solo los han publicado C's, PSC y Catalunya En Comú), el programa económico del independentismo es un gran desconocido. La campaña electoral comienza el 5 de diciembre a las 00:00 horas y se extenderá hasta el 19 de diciembre.
Las propuestas que esgrimirá el independentismo son una incógnita y podrían centrar su programa en lo social. Su argumentario tradicional -que la independencia no provocaría pérdida de empresas o mejoraría el rating- , se ha visto desmontado en los últimos meses.
Sin embargo, el momento económico es clave en la campaña. Más allá del deseo de los partidos independentistas de plantear unas eleciones plebiscitarias, la crisis generada por la declaración de independencia está provocando que desde todos los sectores se demanden medidas que estabilicen la economía y, en este sentido, los partidos constitucionalistas sí que han construido ya un relato de campaña basado en medidas que traigan de vuelta a las empresas a Cataluña, menores impuestos y estabilidad.
Miedo a una segunda parte
ERC también ha tratado de tumbar la vía de la unilateralidad, pero Carles Puigdemont y la CUP no renuncian a ella y este contexto no es tranquilizador para los empresarios, ni tampoco para los inversores; al igual que el antieuropeísmo de Puigdemont en ciertas declaraciones, que es un argumentario que comparte con la CUP.
En las últimas semanas, Funcas o BBVA Research han revisado a la baja sus previsiones para la economía catalana en 2018. Los primeros, estiman que el año que viene el crecimiento se limitará a un 1,7% (frente al 3,1% de 2017), en tanto que el segundo adelanta que el crecimiento catalán se reducirá en 0,9 puntos; de los que 0,7 puntos estarán relacionados con la inestablilidad política.
El Banco de España fue a principios de noviembre algo más allá y en su informe de estabilidad financiera señaló que si la normalidad regresa en el primer trimestre del año el impacto en PIB será menor a un punto; pero que si la inestabilidad se prolonga más allá, incluso se podrían perder 2,5 puntos de crecimiento. Esto significaría que el PIB catalán se arriesga a dejar de crecer entre 2.100 millones y 5.300 millones de euros en dos años; sin que existan estimaciones sobre el posible impacto en el empleo. Por el momento, Funcas augura que, con el escenario actual el paro se continuará reduciendo en Cataluña en 2018 hasta el 12%.
Los empresarios y los inversores también señalan que los próximos meses son claves para restaurar la confianza y para tratar de reactivar las inversiones internacionales, que ahora mismo se encuentran en suspenso. El ritmo de traslado de empresas se modera, pero no se ha detenido (en la segunda mitad de noviembre, de media, se fueron de la comunidad 30 empresas por día).
Los partidos constitucionalistas sí que han adelantado medidas encaminadas a tratar de recuperar la normalidad con la intención de que las empresas regresen a Cataluña. El PSC plantea impulsar iniciativas consensuadas que impulsen la confianza empresarial. El partido que lidera Miquel Iceta está profundizando más en lanzar ideas relacionadas con un mayor autogobierno para Cataluña, pasando por una gestión total de los impuestos y también de una posible condonación de parte de la deuda, en recompensa a los esfuerzos de reducción del déficit.
Reducciones de impuestos
C's, por su parte, ha sido más allá y ha propuesto algunas ideas concretas, como "acabar con el infierno fiscal para las empresas" en el que se ha convertido Cataluña en estos años, suprimir trabas burocráticas o eliminar las multas por no rotular en catalán. Durante los últimos meses, y en parte por los acuerdos alcanzados por el anterior Govern catalán y la CUP, se crearon nuevos impuestos, como el de los bienes no productivos, o tasas como las que cargan las bebidas azucaradas.
El PP también ha adelantado que quiere reducir impuestos. Xavier García Albiol señaló que esperaba reducir IRPF o Sucesiones al nivel de Madrid y poner en marcha un programa de incentivos para que regresen las empresas. En esta línea, también se encontraría la propuesta de eliminar los impuestos creados durante la legislatura de Puigdemont y las revisiones de otros. Albiol ha especificado reducciones en transmisiones o sucesiones. Los presupuestos de la Generalitat para 2017 incluían 109 millones de euros extra por revisión de tasas.