Política

Rajoy saldrá de Moncloa para dejarse la piel en la campaña del PP catalán

  • Génova venderá la gestión del Gobierno para sacar del atolladero a Cataluña
Mariano Rajoy, el pasado 11 de octubre en el Congreso. Foto: EFE.

Faltan ciertos detalles, fechas y aspectos de última hora -aunque se cree que Barcelona sea el punto de arranque, y posiblemente sea este domingo-, pero el Partido Popular ya tiene muy claro qué quiere para su campaña del 21-D. Será una campaña "muy visible", con la presencia activa del presidente Mariano Rajoy y de su Gobierno, y con la implicación de todo el partido para arropar al candidato Xavier García Albiol. En esta ocasión, la idea central será la gestión detallada que ha llevado a cabo el Ejecutivo para "sacar a Cataluña del atolladero soberanista".

Desde el respeto a PSC y Ciudadanos por su apoyo, Génova recuerda que quien ha tomado la decisión de aplicar el artículo 155, quien ha asumido la responsabilidad es el Gobierno del Partido Popular. Por eso -matiza el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado-, los candidatos del PP catalán podrán presumir de una carta de presentación, que es la de "ser miembros de un partido que ha tenido que venir a poner orden a la conculcación de libertades y derechos que estaban sufriendo, los constitucionalistas en concreto, pero en general, toda la sociedad catalana".

El PP ya admite abiertamente estar predispuesto a un pacto con las fuerzas constitucionalistas tras las elecciones catalanas. El 22-D -responden desde la sede nacional del PP- podrán trabajar por acuerdos que les den la mayoría del Gobierno de la Generalitat. Básicamente, porque "otra geometría sería para no cambiar el rumbo de Cataluña".

Así pues, lo importante primero es presentarse de manera individual y medirse en las urnas con cada una de las candidaturas, para a continuación "unir fuerzas y "sumar y desbancar a los que han llevado a la ruina y la fractura social a Cataluña". Las caceroladas no son tantas, los sondeos van mostrando un cambio de tendencia, y "Puigdemont es pasado y su futuro está en los tribunales", puntualizan.

Con su desembarco en Cataluña, el PP quiere hacer valer su posición de ser el partido en el Gobierno. Pero además, subrayar la distancia que existe entre el bloque constitucionalista con los denominados "cómplices del independentismo", como califican a Podemos. "Porque los electores -sostiene Casado- tienen que saber en qué bloque va a estar Iglesias el 21-D".

Sin dar muchas pistas, a partir de ahora, los populares están decididos a hacer llegar más allá del tiempo electoral un relato en positivo para desmontar la arcadia feliz, la Dinamarca del sur, o la idea de que un Estado independiente tendría el reconocimiento de la UE. Por contra, les interesa que cale un proyecto en el que primen las pensiones, los servicios de sanidad y educación y, cómo no, la creación de empleo y el crecimiento económico.

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