Política

Los rupturistas instan a Colau a que ceda la alcaldía a otro que ponga urnas

  • Critican a los municipios que cumplen la legalidad por "apoyar al PP"
Colau, en un acto de la Diada 2017. Foto: EFE.

El soberanismo está impulsando una campaña de presión contra los alcaldes que han afirmado que se mantendrán dentro de la legalidad de cara al 1 de octubre. El Govern ha instado a los municipios a que se posicionen y expliquen si cederán espacios municipales para el referéndum, en una forma de delegar la responsabilidad de su organización en ellos. La no cesión de espacios municipales podría forzar a la Generalitat a tener que habilitar otros espacios propios o cedidos.

Los alcaldes de Lleida, Hospitalet o Tarragona se han negado a a poner a disposición del 1-O después de que el Tribunal Constitucional haya admitido a trámite los recursos de anticonstitucional del Gobierno español contra la Ley del Referéndum o el decreto de convocatoria.

Este mensaje de adaptación al marco legal vigente es el que independentismo trata de voltear y convertir en miedo a las posibles acciones legales siguiendo su nueva consigna de optar por la desobediciencia, cuando los alcaldes no independentistas lo único que están haciendo es seguir las indicaciones legales del Tribunal Constitucional.

Las entidades soberanistas tienen muy claro lo que deberían hacer estos alcaldes: desoír a sus votantes y ceder su puesto a otra persona dispuesta a inmolarse por la causa independentista. Les sugieren que nombre un alcalde "accidental" que sí asuma el compromiso de abrir los centros electorales. "Si hay algún alcalde que tiene miedo, que ceda la alcaldía", ha recomendado el presidente de la Associació Catalana de Municipis (ACM), Miquel Buch, una entidad relacionada con el independentismo.

Buch ha tachado de fatalidad para la vida política que haya alcaldes que no cedan locales, porque a su juicio se evidenciará que no estarán a lado de la democracia, sino del PP y de "los que envían policía ante los medios de comunicación y persiguen urnas en las imprentas", en alusión a los registros del fin de semana sobre posible organización del 1-O.

Objetivo: Barcelona

El ataque más concreto lo está recibiendo Ada Colau, contra la que se ha pronunciado hasta Marca Pacal, coordinadora general del PDeCat. La alcaldesa de Barcelona lleva mandando mensajes ambiguos desde el viernes, mostrando su apoyo a que se pueda votar el 1-O, siempre que no se ponga en riesgo a los funcionarios y al ayuntamiento. Por el momento, Barcelona sigue sin adherirse al grupo de ayuntamientos que se han mostrado dispuestos a ceder espacios públicos para el 1-O.

De hecho, Colau está teniendo mucho cuidado con qué palabras utiliza cuando se refiere al referéndum, ya que no reconoce que sea vinculante y ayer criticó a Carles Puigdemont que lo haya impulsado sin tener en cuenta a la mitad de los catalanes. La alcaldesa de Barcelona siempre se refiere a "movilización" cuando habla del 1-O, asemejándolo al gesto que se buscó cuando se puso en marcha la consulta no vinculante del 9-N.

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