
El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha explicado este lunes que la policía dispone de indicios "sólidos" de que el imán de Ripoll (Girona) murió en la primera explosión de Alcanar (Tarragona), que precipitó los atentados de Cataluña. EN DIRECTO | Doble atentado en Cataluña.
En rueda de prensa con el consejero de Interior, Joaquim Forn, y el de Justicia, Carles Mundó, Trapero ha detallado que todo apunta a que el imán es uno de los dos muertos en la explosión de la noche anterior a los atentados. El imán de Ripoll viajó a una ciudad cuna del adoctrinamiento en Bélgica entre enero y marzo de 2016.
"A la espera de todas las pruebas, tenemos indicios muy sólidos que apuntan a que hay dos muertos", ha dicho después de que en las últimas horas se haya barajado la posibilidad de que las víctimas en la explosión fueran tres.
Restos de dos personas
Preguntado por el tipo de indicios al que se refería, Trapero ha respondido que son "partes del cuerpo de dos personas" y también de declaraciones de testigos que apuntan en la misma dirección.
Ha asegurado que los Mossos d'Esquadra no tenían constancia de los antecedentes del imán y también ha dicho que nadie informó al cuerpo de presuntas actividades terroristas que pudiera estar llevando a cabo: "Si alguien tenía esta información de la implicación de esta persona en actos de terrorismo, ellos sabrán cómo ha gestionado esta información".
El conseller Carles Mundó ha relatado que el imán, Abdelbaki El Satty, no estuvo en ninguna cárcel catalana, sino en una de Castellón entre 2010 y 2014 por tráfico de drogas, y no le consta "que haya tenido ninguna comunicación con ningún interno de una prisión de Cataluña".
Su furgoneta, cerca del chalet
Las fuerzas de seguridad han hallado la furgoneta del imán a 15 kilómetros de la localidad de Alcanar, donde se ubica el chalé que explosionó el pasado miércoles. Según han informado a Efe fuentes de la lucha antiterrorista, este hallazgo se ha producido hoy mismo y apuntalaría la tesis de que el imán es una de las personas fallecidas en la explosión, en espera de confirmar sus identidades con los restos de ADN encontrados en la casa.
Este chalé servía supuestamente de base de operaciones de la célula, la cual llevaba alrededor de seis meses preparando un atentado inminente en Cataluña, que habrían acelerado después de la deflagración con el atropello masivo en Las Ramblas de Barcelona y el incidente en Cambrils.
Fuentes de la investigación también han destacado los vínculos internacionales del imán de Ripoll, quien radicalizó supuestamente a los jóvenes de la célula. Así, Es Satty viajó varias veces (en alguna ocasión por seis o siete meses) a la localidad belga de Vilvoorde, que se caracteriza por la gran cantidad de población salafista que alberga.