La Mesa del Parlament aprobó ayer un protocolo que regula las normas de entrada en la cámara catalana de los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado cuando desempeñen funciones de policía judicial, entre las que se exigen que vayan desarmados y que lleven el rostro descubierto.
El texto logró el voto a favor de todos los grupos políticos, pero con el rechazo del PPC, que tiene voz pero no voto en este órgano.
De acuerdo con el texto del protocolo consultado por Efe, los agentes que soliciten acceso al Parlament deben identificarse a su llegada ante los Mossos que vigilan la entrada y explicitar "el motivo de su presencia". Acto seguido, los ujieres deberán contactar con el responsable de seguridad, quién tendrá que pedir la autorización o la orden judicial a los agentes, que la fotocopiará o fotografiará para enviarla al secretario general o al letrado mayor del Parlament.
El secretario general informará a la presidenta para que "autorice la entrada al edificio" a los agentes que tengan orden judicial, lo que no podrán hacer si no disponen de la misma.
El protocolo añade que la policía judicial "en ningún caso puede acceder al Parlament para practicar la detención de un diputado", y defiende respetar en todo momento el principio de inviolabilidad de los representantes, tal y como recoge Ep.
El PP ve "coacción"
Albiol críticó que se deje en manos de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, el dejar "entrar o no" a los agentes de las fuerzas de seguridad del Estado que acuden para investigar presuntos casos de corrupción, como el del 3%.
