
El todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, pasa sus primeros días en la cárcel de Soto del Real después de que el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ordenase su entrada en prisión por la 'operación Soule' que investiga la posible corrupción sistematizada en el fútbol español. Están siendo, para el de Sondika, unas jornadas de adaptación a la reclusión forzada.
Tal y como cuenta El País, Villar ha encontrado un fuerte apoyo en Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid detenido y encarcelado en abril en el marco de la 'operación Lezo'. Ambos han sido vistos paseando juntos en las instalaciones del módulo 1 de la prisión, el destinado a los presos que entran por primera vez, a los de avanzada edad y poco conflictivos. Junto a ellos, el hermano del político, Pablo, y el hijo del exfutbolista, Gorka.
Aunque Villar sí se ha mostrado fuera de la celda, Gorka (que comparte habitáculo con él) no se ha integrado de la misma forma y ha permanecido más encerrado en sí mismo. En todo caso, los dos han colaborado con los funcionarios. Juan Padrón, más colérico, ha llegado a traslucir su enfado por la actual situación que sufre.
Los tres tendrán la misma retribución que el resto de reclusos: una renta de 80 euros a la semana con la que poder comprar los alimentos y productos de higiene del economato, así como artículos no vetados del exterior. Villar padre anda detrás de una televisión, que vale 270 euros.
El día a día de los tres se rige por un horario estricto, una rutina metódica: se despiertan a las 08.00 y tras desayunar y limpiar su celda, a partir de las 09.00 horas tienen actividades, a las cuales aún no se han apuntado. Por esta razón es frecuente ver a Villar practicando por su cuenta una intenso ejercicio físico. De 13.00 a 14.00 comen. De 14.00 a 16.30 tienen siesta, y de ahí hasta las 19.00 vuelven a tener tiempo para sus labores. Cenan hasta las 20.00 hora en la que acaba su jornada.
Es la hoja de ruta, repetida fecha tras fecha, de lo que, de momento, va a ser su vida en prisión. Esperando a que se le permita acudir a misa (devoto, aún no dispone de la documentación necesaria), el hombre que dominó el fútbol español aguarda a saber cuál será su futuro.