Pedro Sánchez acude este jueves a Moncloa con una postura más constructiva que en las anteriores citas que ha mantenido con el líder del PP. Pese al evidente desencuentro con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el líder socialista afronta el encuentro dispuesto a buscar puntos de acuerdo en un puñado de medidas, entre las que destaca hacer un frente común frente al desafío soberanista. Sánchez tenderá la mano al Gobierno en ese asunto, a cambio, eso sí, de que sea Rajoy el que tome la iniciativa e inicie el diálogo con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para encontrar una solución política al conflicto.
En su estrategia al frente del nuevo PSOE, Sánchez tiene claro que la salvación política de los socialistas está en la izquierda. En ese sentido, sus primeros movimientos al frente de Ferraz marcan el camino para reivindicar al PSOE más progresista que recupera los votos perdidos a favor de Podemos y movilice a los desencantados que optaron por la abstención. En esa dirección se enmarca el giro en contra del CETA, el rechazo a la senda de estabilidad marcada en el techo de gasto para 2018 o la defensa de la plurinacionalidad del Estado.
Pero al mismo tiempo, el líder socialista también quiere subrayar el perfil institucional del partido, en aras de acapar el voto útil de centro y perfilarse como el líder de la oposición, relegando a Pablo Iglesias al tercer lugar del tablero político. Y en esta reivindicación del "sentido institucional de la política", tal y como admitía el propio Sánchez el pasado martes, planteará a Rajoy varios puntos de acuerdo: el ya citado compromiso frente al desafío independentista de Cataluña, donde Patxi López, actual secretario de Política Federal, tendrá un papel destacado como interlocutor con el Gobierno, la actualización del pacto anyihadista y la revisión de la estrategia de seguridad ciudadana para afrontar los nuevos retos de la ciberseguridad.
Por último, el secretario general del Partido Socialista planteará también al jefe del Ejecutivo que España lleve al G-20 una postura "mucho más clara y comprometida" con el desafío del cambio climático. Al término de la reunión, será la portavoz parlamentaria, Margarita Robles, que estará ausente en la cita, quien informe del encuentro.
