
El viraje a la izquierda del renovado PSOE con un Pedro Sánchez revestido de máximos poderes podría ser una oportunidad para el PP en cuanto a su posicionamiento ideológico que Rajoy no quiere dejar escapar.
Con la vista puesta en las elecciones autonómicas y municipales, dentro de dos años, Rajoy buscará volver a conquistar a votantes decepcionados y a un mayor nicho de personas con una ideología ubicada en el centro político. Más del 20% de los españoles se sitúa en esta horquilla, según ha publicado el CIS en su último estudio.
Relata el diario La Vanguardia que el mensaje ya se ha lanzado en el PP, y también públicamente, de la boca del vicesecretario de Comunicación del partido Pablo Casado, quien celebró que el PSOE hubiera abandonado el centro para dejárselo a ellos.
La nueva orquesta socialista, bajo la batuta omnipotente de Pedro Sánchez, anunció en el pasado congreso federal sus líneas prioritarias, que apuntan a un guiño explícito a Podemos y los nacionalistas y a estrategias para la construcción de una mayoría alternativa a la izquierda que destrone a Rajoy del poder. Este giro ha provocado un corrimiento de tierras en los campos ideológicos en los que 'pescan' los partidos a sus votantes. Así, con un PSOE más escorado a la izquierda, el centro-izquierda o centro progresista que ha ocupado en los últimos años aparece como un territorio suculento para Ciudadanos, que podría dejar más espacio al centro para el PP.
Con esta estrategia de conquista del centro, Rajoy trata no solo de lograr un mayor nicho de votantes, sino, con más urgencia, de frenar la formación de la mayoría alternativa en la que Sánchez se está empleando a fondo, y que podría desalojarle de la Moncloa. Los votantes moderados que no se ven representados en las políticas e ideario de PSOE y Ciudadanos se han convertido así en el nuevo objetivo del presidente del Gobierno y su partido. La dificultad radicará, obviamente, en desarrollar las medidas y el cambio de imagen necesario para articular esta conquista.