
A falta de escaño en el Congreso de los Diputados, Pedro Sánchez aprovechará la mesa del cambio que dio a conocer este lunes, para volver al Congreso y citarse la próxima semana, primero con Pablo Iglesias, después con Albert Rivera, y poner sobre el tapete un plan de rescate a los jóvenes.
A mediodía de ayer, Sánchez e Iglesias departieron durante media hora por teléfono. Unas horas más tarde, PSOE y Podemos emitían un comunicado conjunto en el que la dos fuerzas políticas se felicitaban del nuevo estado de relaciones, que en opinión de ambos ofrece una oportunidad para construir una mayoría alternativa capaz de echar al PP del Gobierno.
Con un giro más a la izquierda de Sánchez, el secretario socialista no encuentra hoy adecuada una moción contra Rajoy, y por el contrario, sí ve conveniente explorar líneas de trabajo conjunto, aunque Podemos sigue obstinado en defender una nueva censura, si bien está dispuesto a respetar los tiempos del PSOE y su estrategia.
De la disposición e invitación de Sánchez a Iglesias, a los diez minutos escasos de la conversación posterior con Albert Rivera. El líder de Ciudadanos no ha sido tan preciso en la fecha del encuentro, y de antemano ha puesto una serie de condiciones.
Rivera sólo quiere tratar asuntos parlamentarios y buscar objetivos comunes. O lo que es lo mismo, una reunión constructiva en la que se hable de iniciativas concretas. Por ejemplo -anticipó-, medidas de regeneración democrática, hablar de la reforma laboral, plantear el objetivo del déficit, tratar los Presupuestos Generales del Estado, también la limitación de mandatos o la supresión de los privilegios para los políticos como los aforamientos.
Según el partido naranja, Sánchez acepta que la reunión sea para hablar de temas parlamentarios y posibles puntos comunes entre los dos grupos, que ya quedaron plasmados en el acuerdo firmado entre tras las elecciones del 20D.
Insiste Rivera que, de otro modo, si la intención de Pedro Sánchez fuera buscar otro apoyo a otra moción de censura con Podemos o partidos separatistas y dinamitar la legislatura de Rajoy, no sería necesaria ninguna reunión. La declaración de intenciones de Albert Rivera coincidió ayer con la presentación que Gobierno y Ciudadanos hicieron del Bono de Garantía Juvenil, que consiste en una ayuda de 430 euros para los jóvenes inscritos en ese programa, y que complementará el sueldo de aquellos que cuenten con un contrato de formación. Por cierto que, en este sentido, C's pidió ayer al PSOE, a propósito de su interés por ayudar a los jóvenes, que antes se retrate con esta iniciativa y vote a favor de ella cuando pase por el trámite parlamentario del Congreso.