
Se ha convertido, tras las primarias, en uno de los hombres fuertes de su partido, y aunque de forma provisional es la cara y la voz de los socialistas en el Parlamento, tiene todas las papeletas para convertirse en el próximo secretario de Organización, el hombre del aparato en Ferraz de Pedro Sánchez. Tal vez por eso cuando le preguntas si se sentiría cómodo en tal responsabilidad se muestra disciplinado: "Estaré donde Pedro decida", pero reconoce que se ha curtido en tareas orgánicas y, por tanto, no le son ajenas.
A José Luis Ábalos (Torrente, 1959) le han denominado "el Excel del PSOE" por su dominio de las mecánicas del censo y por la forma en que ha manejado tanto los procesos internos de la organización en su territorio como en la secretaría general de la agrupación de Valencia, desde donde consiguió doblarle el pulso a Ximo Puig en las primarias. Mantiene un discurso nítido de izquierdas, sin concesiones a la galería. Califica la nueva etapa del PSOE como el Suresnes del siglo XXI, dice que lo de coser no va con ellos, advierte a los barones que deben evitar la confrontación y les recomienda que observen con atención el mandato de la militancia. Afirma que su adversario es el PP, no Podemos, y califica la moción de censura de Pablo Iglesias de trampantojo.
¿Qué le parece la sentencia del Constitucional que tumba la amnistía fiscal de 2012?
En el PSOE pedimos la dimisión inmediata del ministro Montoro. Su permanencia en el cargo después de la sentencia resulta escandalosa. En cualquier otro país de la UE el ministro que hubiera aprobado esa medida y se la hubiera tumbado nada menos que el TC, habría presentado su dimisión inmediata por dignidad. Si Montoro no se marcha hoy mismo, actuaremos en consecuencia y con los mecanismos que nos da el Parlamento.
La Gestora del PSOE, ¿ha pasado con más pena que gloria y ahora toca borrón y cuenta nueva?
Hay que pasar página. De nada sirve anclarse en un tiempo que es mejor olvidar. Con el resultado de las primarias lo que hay que hacer ahora es colaborar y ponernos a disposición del secretario general.
Es decir, el ganador tiene que ser generoso y los perdedores leales...
Pedro Sánchez ya ha dado muestras de su generosidad. Solamente aquel que tiene la función de dirigir tiene mayores posibilidades de integración. En cuanto a los perdedores, no les queda más que expresar esa lealtad, aceptar el resultado y reconocer la legitimidad del elegido por los militantes. No hacerlo es dar la espalda al partido.
¿Estamos ante 'el Suresnes del siglo XXI'?
Suresnes abrió una nueva etapa y, en ese sentido, puede haber un paralelismo. Es cierto que las comparaciones entre episodios son siempre un tanto forzadas porque los contextos son muy distintos. Suresnes marcó un antes y un después en el PSOE y ahora el liderazgo de Sánchez apoyado por la militancia también marcará un antes y un después. En Suresnes hubo una maniobra de carácter orgánico en un partido que estaba en la clandestinidad y ahora, después de una maniobra bochornosa de acoso y derribo contra Sánchez, se ha producido una especie de catarsis de la militancia. Por lo tanto, en lo que significa de cambio, sí podemos hablar de un Suresnes del siglo XXI.
Ustedes, los 'sanchistas', han pasado del ostracismo a ser el objeto de deseo por parte de algunos...
Ha sido una etapa durísima. En mi caso, la más dura en esta organización, porque se han producido otros conflictos internos, pero nunca había habido un trauma identitario, como ocurrió en aquel Comité Federal vergonzoso.
¿Aquello fue un golpe de Estado?
Fue una alteración de la normalidad democrática. Hubo de todo: advertencias, avisos y una cierta intimidación. Ha sido un proceso vergonzoso, cargado de elementos negativos, pero también hay que poner en valor otros positivos, vinculados a la esperanza, la ilusión, la reafirmación identitaria, en fin, a la entrega de los militantes.
Y ahora aquellos que lo provocaron, ¿están dando marcha atrás o no hay reconciliación posible?
Hay quien mantiene cierto rencor, la verdad, y otros que estigmatizaron a los sanchistas, nos trataron como apestados y están ahora en una estrategia de disimulo. Como en toda condición humana, otros están dando marcha atrás de forma burda o elegante, según casos.
¿Pero habrá forma de coser o no hay forma de arreglar esto?
Lo de coser no va con nosotros. Ese término lo utilizó otra candidatura, y aunque yo no valoro igual a los vencidos y los vencedores, hablar ahora en esos términos es dar a entender que la pelea no ha terminado. Todo este proceso no ha sido solamente una disputa entre referentes y candidatos, sino un sentimiento de la militancia que hay que entenderlo, recogerlo y que se vea reflejado en los congresos autonómicos. El resto de los congresos debe seguir la estela de nuestro 39 congreso, y hacer bueno el lema de somos la izquierda.
¿Que los secretarios generales autonómicos no quieran encabezar sus delegaciones significa que la guerra continúa o hay retirada?
No. Creo que eso tiene que ver con algunos problemas de carácter interno. Deben evitar que se reproduzca nuevamente la confrontación. Yo les recomendaría a todos que testaran sus apoyos antes de aparentar desinterés por el congreso del partido. No nos desprecian a nosotros, sino al partido.
Ya sabe que para algunos el mayor desprecio es no hacer aprecio...
Quienes pretendan tener un gesto de desprecio en el próximo Congreso hacia el secretario general cometerán un gran error y serán profundamente incoherentes con el sentir de la organización. En nuestra memoria reciente está la complicada relación entre el PSOE y el PSC. Sería una gran equivocación que ahora los barones quieran convertirse en el PSC de antaño.
¿Estoy ante el portavoz provisional en el Congreso o ante el nuevo secretario de Organización del partido? ¿Aceptaría ese cargo?
Estaré donde me diga el secretario general. Ser secretario de Organización sería un honor para mí, pero también me gusta mucho la vida parlamentaria. Estaré al lado de Sánchez para lo que él quiera.
O sea, su futuro no está escrito...
Ni el mío ni el de nadie. Aceptaré lo que me diga el secretario general. El PSOE necesita recomponerse, y gente que sea del partido y no sólo que esté en el partido, de esos ha habido muchos en el pasado.
¿Se está refiriendo a César Luena, al que algunos recriminaron haber traicionado a Pedro?
Con todo el respeto a César Luena, cada uno respondemos por nuestros actos y venimos de donde venimos. De todas formas, el panorama de la dirección actual no tendrá nada que ver con la que conformó Sánchez en 2014, porque ni los apoyos los ha obtenido de la misma manera, ni su forma de ejercer la responsabilidad será la misma.
¿Patxi López aceptará ser secretario de Política Federal, y Óscar Puente sería un buen portavoz de la Ejecutiva?
Ambas propuestas son buenas y adecuadas. A Patxi, particularmente, le tengo no solamente admiración sino mucho afecto, y su incorporación a esa Secretaría sería una forma de ver a todo el partido reflejado en la dirección.
O sea, que Sánchez no aceptará tutelas dentro del propio partido...
Pedro tendrá que ejercer el liderazgo plenamente y sin tutelas y rendir cuentas ante los militantes: esa será su gran responsabilidad. Todo lo que hemos vivido no debe ser en balde. Pedro va a pasar de un liderazgo muy condicionado, observado y advertido, a otro más real, responsable y sin límites. No tendrá las manos atadas por nadie.
¿Cree que el mismo poder mediático, político y económico que les dio la espalda ahora les va a apoyar?
Bueno, los que tienen el poder político, económico y mediático no van a renunciar a la defensa de sus intereses, pero su credibilidad en todo este proceso ha quedado en entredicho, y supongo que algunos deberán revisar su forma de actuar. El respeto de los poderes políticos, económicos y mediáticos Pedro lo tenía, aunque algunos representantes de esos poderes le intentaron desprestigiar con malas artes.
Defínase ideológicamente: ¿es un socialdemócrata de centroizquierda o un hombre de izquierdas?
Soy un socialdemócrata que se ubica en la izquierda. Me estoy reivindicando en la socialdemocracia clásica, de Kautsky y Bernstein. Me vinculo mucho con la historia del movimiento obrero y con la aportación intelectual al socialismo español del kautskismo y de la Institución Libre de Enseñanza.
¿Su adversario es el PP o Podemos? Iglesias les ha comido un bocado de 5 millones de votos y se reivindican como socialdemócratas...
Podemos es un rival que ha aparecido en lo que era nuestro espacio tradicional, donde hasta hace poco éramos hegemónicos. Pero no tienen ninguna consideración de socialdemócratas: su origen es el comunismo y el populismo, y son un híbrido entre ambas cosas. Podemos no es nuestro adversario. Con quien colisionan nuestros intereses es con la derecha, siempre la derecha; nuestro adversario es el PP.
Pues se ha dicho que Pedro Sánchez va a 'podemizar' al partido. ¿O será al contrario, y finalmente logrará devolver al PSOE los votos que se le han ido por la izquierda?
Tenemos que recuperar el crédito y la confianza de una parte del electorado que se siente decepcionado con nuestras políticas y nuestro comportamiento. Podemos se ha nutrido mucho de un voto testimonial, pero no han sido efectivos a la hora de promover el cambio. Han demostrado que sabían canalizar la protesta y la indignación de la ciudadanía, pero no dan soluciones a los ciudadanos. Su actuación, lejos de debilitar a Rajoy, le ayuda. Parece que existe una cierta retroalimentación ente Podemos y el PP.
¿La moción de censura pretende debilitar a Rajoy o busca dejar claro quién lidera la oposición?
Esa moción trata de disfrazarse como una fórmula de derribar a Rajoy, pero cuando hace un año tuvieron ocasión de hacerlo no quisieron impedir que Rajoy fuera presidente. Por mucho que quieran ocultarlo, es presidente gracias a Podemos y ahora han querido aprovechar nuestra situación con un proceso interno complicado para debilitarnos también a nosotros. Iglesias no quiere derribar a Rajoy, sino ganar espacio mediático. Está en su derecho de presentar una moción, o mil si quiere, pero es todo un trampantojo.
¿Descarta a medio plazo una moción de censura de Sánchez contra Rajoy?
En política no se puede descartar nada, y tampoco que con el tiempo el PSOE pueda presentar una moción de censura, pero ahora no es un escenario que nos planteemos. Necesitamos tiempo para formar una alternativa creíble a la derecha y tenemos que construirla.
Vamos, que ve a Sánchez en La Moncloa más pronto que tarde...
Trabajamos para que Sánchez llegue a La Moncloa, no para ser eternamente la oposición. El PSOE es un partido de Gobierno, no por alcanzar el poder por el poder sino por nuestra ansiedad por transformar las cosas. Alcanzar el bienestar de los ciudadanos es nuestro propósito y no hay tiempo que perder.
Medidas como la banca pública, las consultas a la militancia, la renta básica, ¿son de Podemos o suyas?
Esas medidas son la esencia de la socialdemocracia. Nosotros hemos conquistado derechos que hoy ya se consideran de toda la sociedad. Nadie puede cuestionar el derecho a la educación universal, la sanidad, las pensiones, pero hay que seguir conquistando derechos. La renta mínima es otra de las conquistas que tenemos que lograr y, en cuanto a las primarias, han venido para quedarse. Sobre la banca pública, nuestra idea es corregir los desequilibrios del libre mercado.
¿El PP es un partido corrupto o ustedes están promoviendo una causa general para desalojarle del poder porque no ganan en las urnas?
La corrupción en el PP es sistémica. No es casual que todos los administradores del PP tengan problemas de corrupción, y que haya una conducta amoral en muchos de sus dirigentes autonómicos. Pero es evidente que la corrupción no afecta lo mismo a la derecha que a la izquierda. La izquierda siempre ha hecho gala de una cierta superioridad moral y, por lo tanto, le es imperdonable, mientras a la derecha se le perdona mucho más.
¿Por qué defienden sólo una comisión de investigación de la financiación el PP y no quieren que se investigue a todos los partidos?
Porque el único partido que ha sido calificado como una organización criminal por los tribunales es el PP. Los demás han podido verse afectados por casos de corrupción, pero nunca han recibido esta calificación. La comisión en el Senado la han impuesto con la mayoría absoluta del PP, para intentar tapar la que se va a celebrar en el Congreso, y no tiene ningún sentido, porque, en definitiva, es un desprecio hacia el Congreso de los Diputados. Es intentar utilizar una institución y ponerla al servicio de una estrategia partidaria. La comisión del Senado es un circo mediático.
Cataluña es una olla a punto de explosionar. ¿Habrá referéndum?
Nosotros nos oponemos a ese referéndum, que se plantea como un desafío. En el PSOE hemos estado y estaremos siempre al lado de la ley y de la legalidad. El límite es intentar cargarse la convivencia saltándose la ley, y no lo toleraremos.
Y por si faltaba algo por ver ahora, el hijo de Pujol compara a su padre con el Dalai Lama...
Jaja, penoso. Tal vez si lo disfrazamos convenientemente igual daba el pego, pero lo verdaderamente lamentable es que quien se hacía pasar por un hombre con sentido de Estado, el sentido de su vida política al parecer estaba en su cuenta corriente, y que ahora se nos diga a los demás que no sabemos reconocer los grandes servicios a la patria es un insulto a la inteligencia.