Política

La frustración de Trump con su administración aventura nuevos cambios en la Casa Blanca

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se encuentra cada vez más aislado dentro de la Casa Blanca, donde su círculo más cercano se limita en estos momentos a su hija Ivanka, y el marido de ésta, Jared Kushner. Salvo otras contadas excepciones, como Hope Hicks, la directora de comunicación estratégica de su administración o su fiel guardaespaldas, Keith Schiller, el mandatario se distancia cada vez más de otras figuras clave de su equipo, especialmente tras las continuas filtraciones a la prensa procedentes del 1600 de la Avenida de Pensilvania.

El súbito despido la semana pasada del director de Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), James Comey, una decisión respaldada sólo por el 29% de los estadounidenses, según un sondeo del WSJ, fue el catalizador que demuestra la brecha de Trump con su secretario de prensa, Sean Spicer, su estratega jefe, Steve Bannon o el propio jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus. El presidente, así como Kushner, culpan a su equipo de comunicación de no haber sabido gestionar acertadamente el escándalo generado tras el anuncio del cese de Comey.

Paralelamente, desde los roces generados en la guerra de poder interna entre el yerno de Trump y Bannon, el controvertido estratega jefe de la Casa Blanca y principal defensor del mensaje nacionalista del republicano, ha quedado relegado a un segundo plano, llegándose a enterar del despido del director del FBI al mismo tiempo que el resto de los mortales. Priebus, quien sí fue consultado sobre la decisión de Comey, carece, sin embargo, del liderazgo necesario para que el Despacho Oval y el Capitolio congenien lo suficiente como para seguir adelante con la agenda política y económica de Trump.

Es por ello que medios patrios como la CNN, el New York Times, el WSJ, el Washington Post o el portal Axios adelantan que el mandatario prepara un cambio drástico dentro de su equipo, que podría extenderse más allá de Spicer, Bannon y Priebus e incluir también a Don McGahn, el consejero legar de la Casa Blanca. Las informaciones filtradas a la prensa tras la decisión del despido de Comey, recordemos que el Post llegó a citar hasta 30 fuentes oficiales distintas en sus crónicas, han sido la gota que ha colmado la paciencia del presidente, quien busca personalmente a los individuos encargados de haber hablado con la prensa sin autorización.

Trump también se muestra incómodo después de que algunos de los miembros de su gabinete sólo busquen victorias propias y apoyen lo suficiente al propio presidente. De ahí que como ocurrió hace una semana con el despido inesperado de Comey, el inquilino de la Casa Blanca no dude en reemplazar a varios miembros clave de su equipo.

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