
La pandemia y la lluvia han desplomado la participación en los comicios hasta el 53,55% con el 98,8% escrutado, lo que supone la mayor abstención de la historia en unas elecciones autonómicas catalanas, las décimo terceras desde 1980.
A las 18.00 horas, había votado un 45,72% de los catalanes llamados a las urnas, el dato más bajo desde 1992 y 22,54 puntos menos que en el segundo avance de participación de las elecciones catalanas del 21 de diciembre de 2017, cuando a había votado el 68,26% a las 18:00.
A las 13.00 horas, la participación era de solo el 22,78%, algo inaudito y que supone 11,91 puntos menos que en la misma franja horaria de las autonómicas de 2017, cuando a la misma hora había votado el 34,69% del censo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en estas elecciones la Generalitat recomendó a los ciudadanos acudir a votar en franjas horarias por el Covid.
Así, hasta las 12.00 horas los colegios recibían prioritariamente a los colectivos vulnerables, mientras que de 12.00 a 19.00 horas a la población general, mientras que la hora final, de 19 a 20.00 horas, se reservó para enfermos de Covid, contactos directos y personas en cuarentena.
También influyó en la participación el récord de voto por correo, con 284.706 peticiones, lo que supone el 5,3% del censo y un aumento del 350% respecto a las últimas elecciones.
Las causas que han podido influir es la desmovilización entre los votantes no independentistas respecto a la cita de diciembre de 2017, que tuvo una participación récord del 79% en un contexto de elevada polarización tras el referéndum de independencia del 1 de octubre.