Política

Sánchez agota la legislatura tras su pacto con Bildu

  • Ciudadanos ya no podrá confiar en el PSOE
  • Los empresarios cabreados por ningunear el diálogo social
  • ERC y PNV tienen en sus manos las llaves de la legislatura

El Gobierno de Pedro Sánchez tendrá que pagar un precio muy alto para seguir adelante con esta legislatura. Sus habituales socios, ERC y PNV, pueden esperar a que llegue su turno para cobrarse los apoyos. Gabriel Rufián no dejó lugar a dudas en el Congreso y amenazó con retirarle el sustento parlamentario tras el acuerdo con Ciudadanos. Sánchez tendrá que demostrar ahora si todo vale para permanecer en el sillón, asumir que la legislatura comienza a estar agotada -sólo hay que escuchar el creciente estruendo de las caceroladas- o someterse a una cuestión de confianza en el Congreso.

El pacto con EH Bildu, anunciado y corregido con nocturnidad, para revocar íntegramente la reforma laboral ha provocado otro choque con Podemos -como ya pasó con la renta mínima- y pone en jaque las aritméticas necesarias para aprobar unos Presupuestos que Bruselas exigirá cuanto antes, así como la confianza entre ambas partes.

Unidas Podemos, en boca de Pablo Iglesias, mantiene el pulso a Sánchez e insiste en que hay que cumplir los pactos y derogar la reforma laboral, una presión que el PSOE sólo podrá resistir con el asidero de la condicionalidad que imponga la Comisión Europea para repartir el dinero del Plan de reconstrucción pero que, al tiempo, deja la credibilidad de España tocada frente a las instituciones comunitarias.

Por otro lado, el pacto con Bildu aboca a Ciudadanos a una ruptura sin marcha atrás con Sánchez. Inés Arrimadas intentó un viaje hacia el centro pero la traición del presidente del Gobierno la deja tocada en medio de una marea interna por el goteo de salidas del partido: la última, la de Marcos de Quinto.

El pacto con Ciudadanos además nació envenenado desde el primer momento. Moncloa comenzó a hablar de grandes acuerdos de legislatura, en los que se apuntaba incluso a los Presupuestos tras varias conversaciones entre Sánchez y Arrimadas pero la formación naranja tuvo que enfriar los mensajes y recordar que nunca se habló ni de Presupuestos, ni de una prórroga de 30 días del estado de alarma. Finalmente, Sánchez cedió y aceptó los 15 días.

La situación además resulta paradigmática puesto que los votos de EH Bildu no eran necesarios para prolongar el estado de alarma. Sánchez quiso aislar al PP y Vox y, finalmente, parece que es él quien ha quedado atrapado.

Cabreo empresarial

Los empresarios echan humo. La CEOE vuelve a sentirse traicionada por el Gobierno. El 9 de abril ya dejaron plantada a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tras haber sido ignorados en la negociación de la renta mínima. Ahora, otra vez más se olvida el diálogo social y se rompen puentes. La confianza entre las empresas y el Ejecutivo está muy tocada. De hecho, se ha visto como a lo largo de estos más de dos meses de estado de alarma han sido varias las patronales que han exigido dimisiones por declaraciones que han considerado lesivas contra el turismo (Alberto Garzón) o la restauración (Teresa Ribera). Además, el mundo de la inversión se encuentra preocupado por los constantes rumores de aumentos de impuestos que pueden alejar a los inversores de nuestro país y ahora incluso los autónomos, encabezados por Lorenzo Amor, aseguran que una derogación íntegra de la reforma laboral es "alarmar a todo el mundo".

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