La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha afirmado este lunes que los errores que se hayan podido cometer en la 'Operación Balmis' contra el coronavirus son "exclusivamente" suyos y ha atribuido los aciertos a las Fuerzas Armadas, que ocuparán un "lugar muy importante" cuando se escriba la historia de esta pandemia.
Robles ha comparecido a petición propia y de varios grupos parlamentarios en la Comisión de Defensa del Congreso, donde ha hecho un resumen de la actuación del Ejército y ha asegurado que "las críticas y los defectos" son para ella: "Los errores que haya habido son exclusivamente míos. Todo lo positivo es de ellos (los militares), lo negativo que haya podido haber es mío", ha reiterado.
La ministra ha destacado que "en ningún caso ha habido ninguna orientación de tipo político" en su actuación y ha agradecido a los "cientos de alcaldes" que le han dado las gracias, así como a los "consejeros de todas las comunidades autónomas" con los que ha hablado y ha sentido unidad. "Porque esto -ha dicho- no es un drama político, es un drama humano".
Ha mencionado especialmente al Ayuntamiento de Barcelona, a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, con quienes ha trabajado de manera "muy próxima".
"Este es el momento de que todas las fuerzas políticas, más allá de la crítica política, que es buena, razonable y sensata en democracia, trabajemos unidas cuanto antes. Este virus lo venceremos todos juntos", ha dicho.
Robles ha informado de que en toda la 'Operación Balmis' los tres ejércitos y la UME, así como la Guardia Real, han realizado alrededor de 17.000 actuaciones en 2.800 localidades, con una participación acumulada de 120.000 efectivos. "Cuando se escriba la historia, esta historia del coronavirus, un lugar muy importante lo van a ocupar los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas", ha asegurado.
Y ha informado de que el 70% de esas actuaciones han sido desinfecciones, sobre todo en residencias de mayores. Los militares han intervenido en unas 4.000, lo que ha puesto de relieve, según Robles, que los geriátricos son "una asignatura pendiente". "Cuando esto pase habrá que abordar cómo se trata a nuestros mayores", ha opinado.
También han transportado por tierra y por aire material sanitario, comida y mobiliario, así como muestras biológicas, pacientes y fallecidos, esta última una tarea en la que Robles ha destacado el "excepcional comportamiento y trato a los restos mortales" de las víctimas por parte de la UME y el Ejército de Tierra.
"En todo momento esta operación tan dolorosa del traslado de cadáveres se ha hecho con la máxima dignidad, el máximo respeto, pretendiendo que, aunque no estuvieran sus familias, sintieran el cariño y el respeto", ha dicho.
1.250 militares afectados por la COVID-19
En cuanto a los contagiados de las Fuerzas Armadas, según la ministra en el Ejército de Tierra se cuentan 1.250 militares afectados por la COVID-19, 1.057 de ellos dudosos y 193 diagnosticados, lo que supone un 2 % de sus miembros.
En la Unidad Militar de Emergencias (UME) se han contabilizado un 3 % de contagiados de sus alrededor de 3.000 militares, mientras que en la Armada hay 533 aislados, de los cuales 49 son confirmados y 19 han necesitado de hospitalización.
En el Ejército del Aire se han producido menos, 84, aunque uno de los tres militares fallecidos corresponde a este ejército, concretamente un subteniente. Los otros dos son un cabo del Ejército de Tierra y un miembro del personal laboral de Defensa, para los que Robles ha tenido una mención especial.