El ex director general de los Mossos d'Esquadra Pere Soler ha desvinculado este jueves ante el tribunal que le juzga la actuación de la policía autonómica de las declaraciones políticas que se hacían desde el Gobierno catalán durante el otoño de 2017, ya que ha asegurado que el Cuerpo "no estaba con el proyecto independentista". Sobre su labor concreta, ha asegurado que no se ocupaba de dar instrucciones operativos y que tampoco lo hizo durante el 'procés', por lo que ha negado haber ordenado que los agentes defendieran el referéndum ilegal del 1 de octubre. En directo | Juicio a la cúpula de los Mossos en 2017 por el 20-S y el 1-O
En respuesta a preguntas del fiscal de la Audiencia Nacional Miguel Ángel Carballo, Soler ha remarcado que estuvo muy poco tiempo al frente de la policía autonómica, pues fue nombrado a mediados de julio de 2017, pero que en las reuniones a las que asistió el entonces consejero de Interior, Joaquim Forn -condenado a diez años y medio de cárcel por sedición-, transmitió que dejaría a los Mossos "al margen" del proceso, aunque sus declaraciones públicas no coincidieran con esta idea.
Soler, que ha estado declarando dos horas y media, ha defendido que entre sus atribuciones como director general no estaba dar instrucciones operativas a la policía autonómica y que, por tanto, tampoco lo hizo en el otoño de 2017, ni durante la masiva concentración ante la Consejería de Economía de la Generalitat el 20 y 21 de septiembre ni durante el referéndum ilegal.
En varias ocasiones ha hecho una distinción entre la actuación de los Mossos como policía orgánica y como policía judicial y ha explicado que, en el primer caso, el Cuerpo sí tiene que dar cuenta a la dirección porque la acción suele estar relacionada con el mantenimiento del orden público y la seguridad ciudadana. Mientras tanto, si actúa bajo mandato de un juez, el director no puede dar ninguna indicación porque su intervención se ciñe a la dotación de los recursos humanos y materiales que se necesiten.
Siguió el 20-S en su despacho
En este sentido, sobre el 20-S ha explicado que, "a primera hora" se enteró por la radio de los registros que estaban realizando la Guardia Civil, "no comunicada a Mossos", y que tras ponerse en contacto con el mayor José Luis Trapero, decidió quedarse en su despacho y no acudir al Centro de Coordinación (CECOR) por "prudencia", por lo que siguió el desarrollo de la jornada a través de los medios de comunicación.
"Yo no sé de las dificultades de la salida de la comitiva hasta la mañana siguiente", ha añadido, al igual que ha recalcado que dedujo que se el expresidente de la Assamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez tendría un papel de "intermediación" entre los concentrados y la policía, porque era uno de los convocantes.
En cuanto a las actuaciones del 1-O, ha destacado que él no realizó ningún tipo de intervención ni intermedió porque los Mossos actuaban bajo mandato judicial. Así, ha justificado que Trapero le diera conocimiento de los informes de valoración de posibles escenarios y de las instrucciones del fiscal en que era "necesario saber qué necesita la autoridad fiscal" y poner "todos los efectivos a su disposición".
En relación a esto, el fiscal ha incidido en si el mayor también le daba traslado de las comunicaciones que mantenía con el fiscal superior de Cataluña para supervisarlas antes de enviarlas, lo que Soler ha negado rotundamente: "Yo no dí ni una instrucción, ni un visto bueno, ni las corrijo".
Ha explicado que lo único que hizo en relación al 1-O es hablar con el entonces secretario general de Interior, César Puig -también acusado en este juicio-, para "pagar horas extra" a los Mossos y poder atender las demandas para impedir la celebración del referéndum e instar a la Consejería de Justicia a que se querellase contra la Fiscalía.
Era una "propuesta jurídica", ha apostillado, ya que entendía que el Ministerio Público no tenía competencia para dar órdenes a la policía, que estaban "cumpliendo escrupulosamente", ha apuntado, sino tenía que ser el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña quien diera las instrucciones para impedir el referéndum. Algo que, según ha apuntado, fue censurado por el mayor Trapero y desestimado por el secretario general de Justicia.
Trapero, "contra el 1-O"
Asimismo, ha indicado que Trapero, sobre quién ha dicho que estaba "en contra" del referéndum, le comunicó su intención de convocar una reunión con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont para expresarle su preocupación sobre los posibles riesgos el 1-O. No obstante, ha precisado que supo la fecha de los encuentros, el 26 y 28 de septiembre, después de haberse celebrado.
Ha señalado en este caso tampoco podía hacer nada porque no tenía "facultad para desconvocar el referéndum" ni para "desautorizar al 'president'". Aún así, ha insistido en que a él "nadie" le pidió que hiciera "un acto ilegal" y que si así hubiese sido "habría dimitido", al igual que ha admitido que no votó en el referéndum porque entendió que "un acto simbólico podría afectar al Cuerpo que representaba".
Durante su declaración, en la que a veces ha entrado en discusiones con el fiscal, Soler ha afirmado que lo que sabe del 'Enfocats', la posible hoja de ruta del independentismo, o de la resoluciones del Parlament sobre el proceso soberanista es por los medios de comunicación pero que desconoce el "detalle" de las mismas.
Por otro lado, el fiscal ha dedicado unos minutos del interrogatorio a sacar a colación los 'tuits' y declaraciones públicas que Soler hizo durante los meses anteriores al 1-O, antes de ser nombrado director general, en los que defendía la votación. En este sentido, ha respondido que la intención del Govern entonces era que el referéndum "fuera acordado con el Estado".
"¿Esa posición suya es la que le lleva a ser nombrado director de la Policía?", ha preguntado el representante del Ministerio Público, a lo que Soler ha explicado que ya el exconsejero del Interior Jordi Jané, cesado en julio de 2017, le había propuesto el cargo en 2015 y 2016 cuando era el responsable de los servicios penitenciarios, pero que lo rechazó porque sabía que Albert Batlle lo "estaba haciendo bien". No obstante, dejó la puerta abierta a ocupar la dirección si "no se encontraba a nadie".
Trapero y los 'tuits' de Soler
Una vez designado por Forn como jefe político de los Mossos, Soler siguió 'tuiteando' comentarios a favor del referéndum y ha llegado a decir que en alguna ocasión la prensa malinterpretó sus palabras. En cualquier caso, ha afirmado que el mayor José Luis Trapero le pidió que "mejor no pusiera 'tuits'" para que no hubiese malentendidos sobre el papel del Cuerpo e incluso le llegó a expresar su malestar por sus declaraciones públicas.
A preguntas de su defensa, ejercida por el abogado Cristóbal Martell, Soler ha indicado que después del referéndum también publicó mensajes en Twitter pidiendo a que "no se contribuyera a la crispación" yendo a protestar a los hoteles donde se alojaban los agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil desplazados a Cataluña por el 1-O y a los cuarteles.
También ha recordado otro 'tuit' en el que defendió a los Mossos, que habían sido cuestionados por su actuación el 1-O, asegurando que actuaría siempre con "criterios profesionales y no políticos".