Mariano Rajoy presenta este miércoles Una España mejor (Plaza & Janés), un libro escrito desde la perspectiva que da estar fuera no solo del Gobierno sino de la vida política y en el que el expresidente ofrece una visión general del -mejor- país que dejó durante su gestión al frente del Ejecutivo entre los años 2011 a 2018. La expectación de la presentación es tal que las plazas se agotaron nada más convocarse, en su mayoría por compañeros del PP de ayer y de hoy.
Son dos los puntos del libro que han tomado especial relevancia durante las semanas en las que Rajoy se ha paseado explicando el porqué del libro. Una tiene que ver con Cataluña y otra con el País Vasco.
El 155
La aplicación del 155 en Cataluña a raíz del referéndum ilegal del 1 de octubre y la Declaración Unilateral de Independencia en el Parlament fue quizá la medida si no más contundente sí más novedosa que aplicó Rajoy como presidente del Gobierno. Era, y de momento es, la primera vez que se activaba la intervención en una Comunidad Autónoma, deshaciendo el Gobierno regional y tomando los mandos de la Generalitat desde Madrid; fue Soraya Sáenz de Santamaría quien se puso al frente de esa autonomía.
Precisamente la aplicación del 155 ha sido uno de los puntos de mayor controversia. En el libro, Rajoy afirma que hubiera aplicado el artículo 155 de la Constitución aunque el entonces president Carles Puigdemont hubiera convocado elecciones en vez de la DUI.
Una confesión suficiente para que el huido reaccionara desde Bélgica: "No solo mintió después del referéndum del 1-O sino que hacía más de un año que preparaba a escondidas la aplicación del 155. [...] Con la confesión de Rajoy cae otro gran mantra contra nosotros", escribió en redes sociales.
Para Puigdemont, las declaraciones de Rajoy demuestran que "mientras unos nos presionaban para hacernos creer una falsa voluntad de negociación, los otros iban afinando la maquinaria represiva" y confirman el cinismo de quienes les apelaban al diálogo, a que se explicaran en Madrid y a que podían hablar de modificar la Constitución si aparcaban el referéndum.
Sin embargo, la polémica no quedó aquí. El exconseller de la Generalitat Santi Vila, tildado de traidor por algunos de sus excompañeros del procés, niega que Rajoy quisiera aplicar el artículo 155 aunque se convocaran elecciones. "Dispongo de pruebas de que mucha gente de sus colaboradores y su equipo nos decían lo contrario", aseguró el lunes en una entrevista de la Ser Cataluña, que dimitió precisamente después de que Puigdemont descartara ir a comicios. Según Vila, Rajoy queda "con el pie cambiado" ante quienes participaron en conversaciones durante "una semana trágica".
La petición de Urkullu
Otro secreto desvelado por Rajoy en su nuevo libro apunta a que negó al lehendakari Íñigo Urkullu -mediador entre el Gobierno central y el catalán durante el procés- el traslado de presos de ETA porque "no se le debía nada" a la banda terrorista y se debía disolver sin que hubiera ninguna compensación.
En una entrevista en Cope, Rajoy amplió que "una gran satisfacción" que ETA se disolviera "a cambio de nada" a pesar del "empeño" de Urkullu para el acercamiento. "El PNV no estaba a favor de ETA ni de sus métodos, pero no se por qué había que acercar los presos de ETA. No sé qué se les debía, ni por qué había que hacerlo", añadió.
Arropado por casi todo el PP
Rajoy, que ahora vive "sin ninguna duda mejor", como ha reconocido en Telecinco durante la última promoción de su libro, estará arropado esta tarde por Pablo Casado, a quien ve como presidente de España, pero además por Isabel García Tejerina, Ana Beltrán, Pablo Montesinos, Cuca Gamarra, Jaime de Olano, Antonio González Terol, Pío García Escudero, Dolors Montserrat o Javier Maroto.