
Pronto se cumplirán 31 años. Corría el mes de noviembre de 1988 y el entonces presidente de la Genetalitat catalana, Jordi Pujol, procedía a inaugurar una ruta senderista en las proximidades de Santa Coloma de Gramanet. Se topó con las gentes de Can Franquesa, que protestaban por las malas condiciones de su barrio. En el fragor del momento, se montó algarada y uno de los presentes lanzó una considerable piedra contra el coche del president. En Directo | Reacciones y protestas tras la sentencia del procés.
Si el actual presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha sido reticente a condenar los actos violentos -ha habido lanzamiento de piedras a policías, en otras acciones- tras conocerse la sentencia del procés, su ahora lejano predecesor montó en cólera y protagonizó un 'numerito' que ya es historia de la hemeroteca y que estos días ha rescatado en Twitter el dirigente del PSC Ernest Suñé.
Las cámaras de TV3 captaron como Pujol bajó de su vehículo y fue directo a por "el hombre del jersey rojo" -así se le conoció a partir de ese momento- que había arrojado el terrón de tierra contra su coche oficial. Cogiéndole de la manga y haciendo callar a la concurrencia, el político condenó cualquier acto de violencia y rechazó el diálogo con quienes protagonizasen esas acciones.
Pujol: "No vamos a hablar, porque con gente que tira piedras lo máximo que podemos hacer es no detenerles"
Un Pujol fuera de sí, que llegó a amilanar al manifestante desde su posición de autoridad, fue tajante: "No vamos a hablar, porque con gente que tira piedras lo máximo que podemos hacer es no detenerles, hacerles esta favor y explicarles que hay que comportarse de otra forma. ¿Entendido?".
"Este es un país en el que vamos a hablar en catalán o castellano, pero vamos a ser civilizados. Y ustedes no lo han sido", zanjó Pujol sintiéndose magnánimo por no detener a los manifestantes.
Jordi Pujol os explica cómo hay que actuar contra los que causan daños....
— Ernest Suñé Nicolás (@esunen) October 23, 2019
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