
El expresidente del Congreso y exministro de Defensa con el PSOE, José Bono, sigue teniendo vigilancia a cuenta del erario público en su chalet de la localidad toledana de Olías del Rey. Pese a que hace seis años que Bono dejó la primera línea de la política, la Guardia Civil tiene que seguir manteniendo labores de seguridad en esta vivienda en la que no reside habitualmente.
Según informa hoy el diario ABC, desde el Instituto Armado se ha pedido ya en varias ocasiones que Bono renuncie a esta vigilancia que sale del presupuesto de Interior para una vivienda en la que no se encuentra asiduamente y de la que se encarga la Guardia Civil porque el inmueble se encuentra dentro de su demarcación.
Además, desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) se ha denunciado reiteradamente las malas condiciones de trabajo que soportan en el chalet de Bono los efectivos de seguridad. Según estas denuncias, estos trabajadores han de permanecer en una garita en la que hay calefacción limitada en los fríos inviernos con heladas de Toledo y sin aire acondicionado para los calurosos veranos de la zona.
Pese a que no es la residencia habitual del también expresidente manchego, este chalet de Olías, a unos diez kilómetros del casco histórico de Toledo, cuenta con circuito cerrado de televisión y un perímetro demarcado con una línea amarilla que impide aparcar delante del mismo.
El propio Bono, dados los cargos que ocupó, cuenta ya con vigilancia policial propia, consistente en tres efectivos policiales de Toledo que hacen una labor de escolta dinámica con el socialista y que también se ven obligados a actuar como conductores suyos en los desplazamientos en coche en los que el exministro viaje.