
Rajoy no ha defraudado. Como era esperable, el presidente del Gobierno ha vuelto a defender el carácter integrador de la Constitución de 1978 en el día en el que se celebran los actos de su 38 aniversario. A preguntas de la prensa, y con el debate de la reforma en todas las tribunas, el jefe del Ejecutivo ha lanzado un órdago al resto de fuerzas políticas: "Qué se quiere reformar, y qué preservar". Ana Pastor, en línea con Mariano Rajoy, ha pedido prudencia. Así han sido los actos de la Constitución.
Así lo ha asegurado públicamente Rajoy a su llegada al Congreso de los Diputados para participar en el 38 aniversario de la Carta Magna. Después, en una charla informal con los periodistas, se ha mostrado aún más cauto y ha enfriado la posibilidad de abrir en este momento esa modificación dada la composición de la Cámara Baja.
De hecho, se ha remitido al referéndum convocado en Italia sobre la reforma constitucional y que ha acabado con la dimisión del primer ministro, Mateo Renzi. "¡Ahora voy a convocar yo un referéndum!", ha proclamado Rajoy con ironía ante los periodistas.
Lo sucedido en Italia ha estado presente en los diferentes corrillos de la fiesta de la Cámara Baja y, en las filas del Gobierno y del PP se ha puesto el acento en los peligros que conlleva un referéndum, dado que abrir esa vía aconseja contar con Podemos y, a ser posible, también con los nacionalistas.
En España, si la reforma de la Constitución afecta al título preliminar (la definición de España), los derechos fundamentales o la Corona, es obligatorio celebrar un referéndum e incluso disolver las Cortes para que un nuevo Parlamento revalide la reforma. En el resto de temas, el referéndum es posible siempre que lo pida el 10 por ciento de una Cámara, lo que en el Congreso supone solo 35 diputados.
El propio Rajoy ha admitido en una charla informal con los periodistas que para reformar la Ley fundamental no puede haber solo un pacto de PP y PSOE, sino que se necesita una mayoría tan amplia y un nivel de consenso como el que hubo en 1978. "No se puede reformar la Constitución sin una inmensa mayoría", ha dicho Rajoy.
A su entender, la pregunta que hay que hacerse es qué se quiere reformar, una idea que ha repetido constantemente en esta jornada. Preguntado en un par de ocasiones qué cree el PP que habría que reformar, el jefe del Ejecutivo no ha contestado.
En sus declaraciones públicas, Rajoy ha explicado que si hay que cambiar las "normas de convivencia" hay que tener en cuenta qué se quiere reformar y conocer cuál sería "es final" de la comisión parlamentaria que en el supuesto de que se cree en el Congreso.
"Éstas cosas conviene hablarlas y pactarlas", ha enfatizado, para añadir que la Carta Magna de 1978 es el "pacto más importante" que se ha hecho en 40 años y "es importante saber qué se va a tocar y qué no se va a tocar".
El jefe del Ejecutivo ha defendido "fijar con claridad qué es lo que hay que preservar" y, en este punto ha citado la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de los españoles, los derechos y libertades fundamentales, la pertenencia a Europa y los pilares básicos del Estado del Bienestar como la educación, las pensiones y la sanidad.
"Creo que todo eso hay que preservarlo porque son pilares básicos de la convivencia en los que estamos de acuerdo todos. A partir de ahí, evidentemente se puede hablar, pero creo que debemos ser prudentes y saber claramente qué es lo que queremos modificar y qué es lo que no queremos modificar", ha enfatizado.
Así, Rajoy ha subrayado que hay "algunas operaciones en la vida", como la reforma constitucional, en las que "conviene conocer el principio y también el final". En su opinión, éste no es un asunto para "ocurrencias, historias o para frivolizar" sino para "hacer las cosas muy bien" como en 1978.
"La Constitución es el pacto más importante que se ha hecho en España entre españoles a lo largo de estos últimos 40 años. En aquel momento, la inmensa mayoría de los españoles aparcaron sus diferencias y decidieron acordar unas normas de convivencia", ha subrayado, para recalcar que ese texto ha proporcionado a España la etapa de mayor progreso de su reciente historia.
Por otro lado, y desde la Sala de los Pasos Perdidos, la presidente del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, ha defendido que, si bien "la reforma -de la Constitución- es una posibilidad, la virtud de la prudencia debe guiar a los dirigentes. En ese sentido, ha dicho, "es importante conservar la ambición, teniendo en cuenta que cualquier ajuste ha de contar con todos. Porque no tiene sentido que la Constitución de todos sea cambiada por una solo para algunos", ha concluido.
Las otras fuerzas
PSOE y Ciudadanos han coincidido este día en la necesidad de abordar la reforma de la Carta Magna pero preservando el artículo 2 de la Constitución. Javier Fernández ha pedido robustecer la ley con algunos cambios que no afectan a la unidad y la soberanía, para lo que antes insta a la creación de una subcomisión para tratar la modificación de la Constitución "con consenso"
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha instado a una modernización -con cambios en los aforamientos, reforma de la ley electoral, o definición de las competencias-, pero mantenido su 'no' a una ruptura del espíritu constitucional.
Frente a PP, PSOE y Ciudadanos, Podemos, en nombre de Pablo Echenique y Carolina Bescansa, los únicos miembros presentes en el acto, han exigido un cambio en la Constitución que afecte a la definición territorial y que comprenda el derecho a decidir.