No son buenos tiempos para CDC. Pese a ostentar la presidencia de la Generalitat, los convergentes, inmersos ahora en plena refundación del partido, venían temiendo la convocatoria electoral del 26J por miedo a que ERC les superase cuando han recibido otro severo 'golpe' con una nueva encuesta sobre unas hipotéticas elecciones catalanas.
Según el sondeo elaborado por GESOP que publica hoy El Periódico de Catalunya, en unas nuevas elecciones al Parlament catalán ERC conseguiría un 25,6% de los votos y una representación de entre 40 y 41 escaños.
Por detrás estaría Ciudadanos, que con un 16,2% de los votos conseguiría entre 20 y 21 escaños y volvería a ser segunda fuerza, sólo que esta vez no lo sería por detrás de la coalición independentista Junts Pel Sí, sino sólo por detrás de los de Oriol Junqueras.
Caída hasta el tercer lugar aparecería, ahora sí, CDC. Con un 13,3% de los votos los de Artur Mas y Carles Puigdemont obtendrían también entre 20 y 21 diputados. Una cifra que no hace justicia al PSC, que con un 13,7% de los votos (tercera fuerza más votada), se alzaría cuarto con entre 18 y 19 escaños.
Le seguirían en el arco parlamentario Catalunya Sí que es Pot con un 12,3% del voto y una horquilla de entre 15 y 16 diputados así como el PP, que obtendría entre 12 y 13 escaños con un 9,1% del voto. El último partido en entrar en la cámara sería la CUP, que obtendría entre 7 y 8 escaños con el 6,5% de los votos.
Una cifras que muestran lo que puede ser una debacle histórica para CDC, fuerza hegemónica en Cataluña desde la reinstauración de la democracia y deja como ganador indiscutible, ya que desde el cargo de vicepresidente e impulsor del proceso soberanista lograría doblar en escaños a la siguiente fuerza.
Por si el varapalo de quedar relegados a la tercera posición en representación y a la cuarta en voto fuera poco para CDC, la suma de votos independentistas en el Parlament se aleja de la actual mayoría absoluta (72 diputados), para llegar, en el mejor caso para ellos a los 68 indispensables.
Una caída la de CDC explicada por los continuos casos de corrupción y su total implicación en el proceso soberanista que dibuja un escenario complicado para la formación y que justifica los anhelos de sus dirigentes por confluir con ERC en una lista conjunta el 26J, extremo que los de Junqueras han descartado de plano.
