
Desde que el juez pidió el procesamiento de Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia, hay inquietud en el PP.
Se rumorea que sus compañeros de partido ya no confían en sus explicaciones, hasta el punto de que el vicesecretario de Comunicación popular, Pablo Casado, advirtió esta semana de que, si la senadora es imputada, será suspendida de militancia.
Pero tal desconfianza, comentan fuentes cercanas, parece que también se debe a algo "más gordo", a una conversación "muy comprometedora" de Barberá con Belén Hoyo, diputada nacional y exmano derecha del expresidente de la Diputación de Valencia Alfonso Rus, que estos días circula en el seno del partido, y quizá ya en algún medio de comunicación.
La grabación inculparía a ambas interlocutoras, y fuentes internas del PP aseguran que, quienes la han escuchado, comentan lo "perjudicial" que es "para el propio partido, tanto a escala regional como nacional".