
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha entregado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, un documento con 46 reclamaciones durante la reunión que han mantenido ambos en Madrid y que arranca por la celebración de un referéndum vinculante en Cataluña que dé "respuesta política a un mandato democrático". Poco más de dos horas de reunión.
En el documento, que supera los 23 puntos del que entregó su antecesor, Artur Mas, a Rajoy en verano de 2014, medidas sobre políticas sociales, política fiscal y financiera y un amplio capítulo sobre lo que el dirigente catalán denomina "incumplimientos" del Estado con Cataluña, invasión de competencias autonómicas "e interferencias en la acción de gobierno".
Con respecto al primer punto, argumenta la Generalitat que las elecciones de septiembre establecieron en el Parlament de Cataluña "una mayoría favorable a la creación de un nuevo Estado" para la comunidad autónoma. "La voluntad democrática de los ciudadanos, expresada a través de su voto, confiere legitimidad a la acción política y parlamentaria de sus representantes", se añade en el documento.
Tras esta argumentación, se defiende que es una "obligación" buscar vías de negociación y diálogo que permitan "dar salida a las aspiraciones democráticas de la mayoría" que "como mínimo puede incluir la celebración de un referéndum vinculante".
Sin posibilidad de acuerdo
Puigdemont ha admitido que Rajoy le ha dicho que no hay ningún tipo de margen para el acuerdo sobre una consulta soberanista, tal y como señaló en su rueda de prensa en la sede del centro cultural Blanquerna, sede oficiosa de la Generalitat catalana en Madrid. Rajoy: diálogo sí, pero con la legalidad.
De hecho, no ha visto "vocación de entendimiento" respecto a este tema y opina que se han puesto de manifiesto las "profundas discrepancias" entre ambos. No obstante, ha apuntado que si en ese recorrido, el Estado considera que una forma de atender esta petición es sentarse a negociar un acuerdo que pase por un referéndum, le ha expresado al presidente su disponibilidad a sentarse y "hablar de ello".
Según ha asegurado, el encuentro se ha desarrollado en un ambiente cordial, pero que ha evidenciado unas "profundas discrepancias", sobre todo ante las reivindicaciones soberanistas de la Generalitat catalana.
A raíz del documento con 48 incumplimientos e interferencias que el Govern catalán cree que ha cometido el Ejecutivo central, Puigdemont ha afirmado que han encargado a los vicepresidentes de ambos gobiernos que se reúnan en los próximos días para estudiarlo.