
Desde que logró entrar en la Asamblea de Madrid, el grupo parlamentario de Podemos debe cumplir un estricto horario.
Pero, se comenta, no todos lo cumplen. En su bancada están acostumbrados a que el escaño de Ramón Espinar esté vacío a primera hora.
El también senador de la formación llega a la Asamblea cuando la mañana ya está acabando. A nadie pasa inadvertida ya su constante impuntualidad, y se rumorea que la permisividad de los líderes a que "se le peguen las sábanas" está causando cierto descontento.
Acostumbrado a las tertulias televisivas y conocido por ser hijo del histórico socialista madrileño Ramón Espinar, luego implicado en el escándalo de las 'tarjetas black', el diputado de Podemos también es una de las caras visibles de su partido en el Senado, donde se le vio con un gran enfado ante las cámaras el día en que el PSOE pactó con el PNV dejando fuera de la Mesa a los de Pablo Iglesias.