Política

Tres jinetes para el Gobierno de España y un jugador que 'casi' siempre sobra

Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera. Imágenes: EFE

Este lunes, el Rey de España determinaba dar más tiempo a las formaciones políticas a la espera de que las negociaciones lleguen a buen puerto y no desemboquen en otra investidura fallida. Las composiciones, los pactos cerrados y los vetos entre los partidos y sus líderes dibujan un horizonte pre-electoral. El juego de los tres jinetes podría ser responsable de ello.

¿Tres jinetes a la greña?

Hasta el viernes, PSOE y Ciudadanos intentaban atraer el voto de Podemos y PP respectivamente, y al mismo tiempo procuraban estratégicamente dividir a su electorado para aprovechar fisuras y encontrar apoyos a un pacto cerrado, que emerge como documento-base y como fuerza conjunta a la hora de negociar.

El voto en contra de Rajoy e Iglesias a la investidura del tándem Sánchez-Rivera no ha hecho más que profundizar las distancias programáticas y abrir grietas personales en unas negociaciones a priori imposibles, de manera que, el engranaje de un futuro Gobierno parte con demasiados prejuicios.

El resultado electoral del 20D, y el mecanismo de alianzas que a día de hoy perviven, mantienen un juego con tres actores donde conviven dos fuerzas más o menos integradas entre ellas, y un tercer elemento, un tercer jugador, que finalmente es el que inclina la balanza a un lado o a otro, y que es quien impide que las alianzas salgan adelante, como explica a EcoDiario.es el experto el consultor político José Luis Sanchís.

Primera y segunda combinación

Vayamos por partes: En el caso de PSOE-Ciudadanos+PP. Los dos primeros partidos actúan como un bloque. Al alimón, el pasado sábado ambos anunciaron su intención de negociar de manera conjunta e ir de la mano a cualquier reunión que se precie. Ayer, sin ir más lejos, r Pedro Sánchez afirmó que de convocar alguien, a alguien, el primero en hacerlo sería el socialista al líder popular. El secretario del PSOE presume de tener ahora 131 escaños, y se ve con facultades sobradas para encabezar la iniciativa.

El resultado final de esta operación se antoja difícil. Por varias razones. Rajoy no consentirá nunca ser un convidado de piedra. De acercarse a PSOE-C's sería en calidad de anfitrión, y como ha repetido hasta la saciedad, jamás se abstendrá o apoyará un pacto que trata de derogar muchas de las políticas puestas en marcha gracias a su Gobierno. De manera que, el juego a tres PSOE-C's +PP no funcionará. Ni tampoco el de PP+PSOE-C's, o Gran Coalición al modo alemán.  El Partido Socialista no respeta la legitimidad del resultado de Mariano Rajoy, por tanto, entiende que no es quién para dirigir un Gobierno: primero, porque se descartó ante el Rey, y segundo, porque ya no hay convocatoria de rondas reales, y de momento, su pacto o alianza con Ciudadanos arroja mayor número de diputados que los obtenidos por el Partido Popular (123). Así pues, en la primera maniobra sobra Rajoy y las demandas del PP, y en la segunda sobra Pedro Sánchez y la falta de sintonía con Rajoy. "No es no, ¿qué parte del 'no' no ha entedido?", le dijo el socialista al popular al cierre de las urnas. | El 29% de votantes del PP y el 39% de Podemos no impedirían hoy el Gobierno de Sánchez

No en vano, desde círculos independentistas (ERC y DiL) se insiste en ponderar los intensos trabajos de algunos despachos para que salga adelante la 'gran coalición' que postula Rajoy, y que hoy Rivera no ha descartado con el PP, pero sin el político gallego como presidente.

La tercera y cuarta combinación

La tercera combinación a tres es la formada por PSOE-C's +Podemos (en último este bloque se incluyen a Compromís, IU, y el voto a favor o abstención de PNV y ERC). Para disipar cualquier género de dudas, Pablo Iglesias se ha encargado de recordar a Sánchez que de querer un Gobierno de cambio, las conversaciones solo pueden llevarse a puerta cerrada con el PSOE (ya ha pedido una reunión para este miércoles). Pero nunca con Albert Rivera, al que consideran el pegado de Sánchez. Y estas condiciones se unen tanto PNV, IU, Compromís como ERC. Ninguno de ellos ve con buenos ojos a Ciudadanos, y tienen muy claro que el partido de Rivera sobra y desde luego no representa al cambio. La abstención a la fórmula matemática con C's ni se contempla. Aunque este martes, algún diario recoge la escisión entre pablistas y errejonistas (partidarios estos últimos de flexibilizar sus posiciones y llegar a un acuerdo con PSOE y Ciudadanos).

Más allá de divisiones internas, los de Pablo Iglesias se han sentido dolidos por la falta de sintonía en el último momento, y por la aproximación que los socialistas han tramado con Ciudadanos. Hasta hace poco, en Podemos estaban convencidos de que el PSOE, si bien no ha podido entenderse con ellos por presiones varias,  sí estaba interesado en alcanzar un Gobierno con la formación morada. Sin embargo, las últimas declaraciones de Sánchez se interpretan como una puesta en escena. "Dice que quiere un Gobierno de cambio, pero es mentira". "Podemos no puede dar una carta en blanco -lo que sería una abstención-. Entonces gobernarían con malas compañías, contratarían a los suyos, en fin, lo de toda la vida. En realidad, a Pedro Sánchez ahora no le interesa Podemos. Solo ha buscado consolidar su liderazgo ante el partido y frenar la Operación Susana Díaz, que es lo que le obsesiona.. ¿Lo de la encuesta de Metroscopia? Pues ya se sabe, Metroscopia es es El País, y El País es el PSOE... Era una encuesta interesada (en ella se decía que la mitad de los votantes desaprueba que no se apoyara o abstuviera a la investidura de Pedro Sánchez)", reconoce a EcoDiario.es un dirigente de la formación morada.

Y si la tercera combinación resulta complicada -voto a favor del tándem PSOE+Ciudadanos, o abstención, y con Pablo Iglesias fuera de juego-, la cuarta composición no se queda atrás... Se trata de un Gobierno de izquierdas, donde el PSOE mantiene el liderazgo con la suma de Podemos y otras formaciones, además de la abstención de Ciudadanos. Este escenario resulta harto complicado. El coste para la formación naranja sería extremo. Luego aquí, el tercer jugador que sobra es Ciudadanos.

¿Combinaciones imposibles? ¿Nuevas elecciones?

De no prosperar ninguna de estas combinaciones, y contando con que no se cumpla el supuesto el nombramiento de un presidente independiente, o de consenso, la convocatoria de unas nuevas elecciones coge fuerza.

Una encuesta reciente elaborada por GAD3 (15 de febrero) asegura que Pedro Sánchez tiene mejores expectativas para gobernar que Rajoy. 40% frente a 21% de Rajoy. Además, la fórmula PSOE+Podemos no es bien percibida por los españoles. El 52,2% lo ve mal, frente al 37% que lo ve bien. Así mismo, el 57% no quiere que Iglesias sea vicepresidente del Gobierno, mientras que el 47% juzgó acertada al determinación de Rajoy de declinar la propuesta del Rey. Por otra parte, de repetir elecciones, la candidatura de Pedro Sánchez no es la recomendable para el Partido Socialista, de hecho, un 47,6% cree que no debe presentarse, mientras que un 37% lo ve bien. En el caso de Rajoy, solo un 21% cree que el líder de los populares debe repetir frente a un 65,6% que no lo ve así.

Con estos parámetros, ¿serviría de algo la celebración de unos nuevos comicios?¿Cambiaría en algo el mapa político?

Los análisis hechos hasta ahora coinciden en destacar los beneficios o no que aportan al Partido Socialista su entendimiento con Ciudadanos, y su lejanía con Podemos.  Y en el caso de que finalmente pactase con Podemos, ¿cómo le puede afectar al PSOE su acercamiento a Pablo Iglesias?

En cuanto a Ciudadanos, ¿qué resultados obtendrá la formación de Rivera? ¿Le dará más votos su pacto con Pedro Sánchez?, ¿o sus votantes del ala derecha le pueden abandonar y, bien volver al PP, o bien abstenerse?

La respuesta electoral a Podemos también es una duda. Para la gran mayoría, el partido de Iglesias puede crecer si se une a Izquierda Unida, y puede incluso desbancar a PSOE, provocando el sorpasso del que todo el mundo habla. Pero también, según Metroscopia, puede pagar su no o su abstención a Pedro Sánchez.

El dilema del PP

Finalmente, el PP, a quien todas las encuestas da como el partido más votado, depende de su líder. Según algunos sondeos, con Rajoy como candidato quizás el PP podría crecer gracias a un posible rebote de parte de aquellos votantes que se marcharon con Ciudadanos, y que ahora, desencantados o decepcionados con el pacto Sánchez-Rivera, podrían regresar. Pero esta teoría no está muy clara. Las encuestas aprueban con nota a Ciudadanos, y lejos de castigarles crece en número de escaños. Además, algunos consultores mantienen que la permanencia de Rajoy en el fondo ayuda a Ciudadanos, y por tanto, para ahuyentar una nueva sangría de votos la solución es un cambio de cartel de última hora y una apuesta por una cara nueva ajena a los casos de corrupción. Con ese golpe de efecto, el cálculo de votos al PP se podría disparar. Por otra parte, añaden, el PP no puede olvidar que, de repetirse elecciones, si perdiera más de seis diputados, su presión en las Cortes no sería la actual, y entonces puede que su veto constitucional no le valiera para nada.

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