Política

Ruptura del PSOE con Podemos: Ferraz sólo ve elecciones anticipadas o un gran pacto sin Rajoy

Sánchez, ayer, durante la sesión de investidura. Imagen: EFE

El tono bronco que por lo general se vio ayer en el Congreso de los Diputados arroja una conclusión inmediata: la voladura de los pocos puentes que hasta ahora podía haber entre PSOE y Podemos. Las duras palabras de Pablo Iglesias desde la tribuna y la amenaza que el partido 'morado' supone electoralmente para los socialistas ha enquistado la situación de tal modo que ahora mismo parece imposible cualquier tipo de contacto.

Aunque Iglesias adujo que tendía la mano al PSOE para conversar a partir del viernes, cuando previsiblemente Pedro Sánchez pierda su segunda votación de investidura, sus enfrentamientos de ayer con la bancada socialista y sus gruesas palabras contra el expresidente del Gobierno Felipe González, acusándole de tener "las manos manchadas de cal" por el caso GAL, han hecho a estallar a los miembros de Ferraz, que ya se sentían indignados de antemano por lo que entendían como una actitud arrogante de Podemos cuando se postuló la plenipotenciaria vicepresidencia de Iglesias.

Tal es ahora mismo el choque, que desde el PSOE, como se apunta en La Vanguardia, sólo se contemplan dos escenarios: o la celebración de elecciones anticipadas el 26 de junio que redefinian la correlación de fuerzas entre las diferentes formaciones o un gran acuerdo con PP y Ciudadanos en el que de ninguna de las maneras estuviera presente Mariano Rajoy.

En esta última línea destacaron ayer las intervenciones de Sánchez y, especialmente, Albert Rivera. El líder de Ciudadanos cargó duramente contra el presidente en funciones y experimentó en carne propio la ira de la grada 'popular'. Desde la tribuna, Rivera llamó a los diputados del PP a rebelarse y poner en tela de juicio el liderazgo de Rajoy.

Pese a este intento de Rivera de penetrar en las fisuras internas que el PP pueda tener, Génova se sigue mostrando como una estructura granítica. Varios medios apuntaban ayer que diversos diputados del PP aseguraban que el partido no dejaría atrás a Rajoy pasase lo que pasase, dando como la opción más plausible la celebración de nuevas elecciones.

Así las cosas, Sánchez habría salvado su objetivo prioritario de seguir al frente del PSOE y contrarrestar la pujanza de Susana Díaz. Una posición ventajosa de cara a la celebración de unos nuevos comicios en los que venderse como garante del diálogo, al igual que Rivera, frente al bloque de PP y Podemos.

No obstante, el resto de fuerzas de la izquierda, como Compromís e IU, instaron a Sánchez a volver a hablar con Podemos y prometieron intentar reconstruir puentes entre ambas formaciones, algo que ahora mismo se antoja complicado pero que en dos meses puede variar. Dicen que la política es el arte de lo imposible. De momento, las alianzas entre PSOE y Podemos en ayuntamientos y comunidades siguen expectantes.

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