
Cuentan por ahí que fue antes incluso de que un tal Julio Iglesias cantara por primera vez aquel pegadizo y lánguido estribillo. Cuatro certeras palabras con las que nos advertía, pobres mortales, de que daba igual lo que ocurriera con nuestras insignificantes existencias.
Al final, la vida seguiría igual. Año arriba, año abajo, allí estaba ya la demoscopia oficial, la pagada por el estado, para recordarnos que las matemáticas imaginativas, las curvas de tendencia y las gráficas de colores serían las encargadas de cerciorarse de ello. Luego ya vino su hermana gemela para demostrar que con dinero privado también se puede crear opinión con un mes de retraso sobre la cruda realidad.
Unas décadas de fracasos después, y una vez confirmado que Bill Murray no forma parte del equipo de encuestadores de Centro de Investigaciones Sociológicas, el último CIS nos ha susurrado al oído este jueves cuatro cosas que parecen no importarle a nadie más que a aquel oportuno intérprete ducho en el sublime arte de arrimar ascuas a sardinas de su propiedad.
Una marmota peluda y perezosa nos despertaba de nuestra particular pesadilla electoral y todos amanecimos con una terrible resaca en el mismísimo día anterior, en medio de la cama revuelta de la Operación Investidura. Como si no hubiese pasado el tiempo. Que sí señor CIS, que sí. Que hemos votado eso. Y vuelta a empezar.
Pedro y el lobo
Érase una vez un político de un partido autodenominado socialdemócrata intentando formar Gobierno con 90 diputados porque como no parezca que lo está intentando vendrá el lobo y se lo comerá. Como el autor de estas líneas se ha prometido a sí mismo no utilizar la palabra sorpasso nunca más, se podría hablar (o el narrador CIS habla, mejor dicho) de manadas de cánidos de dientes afilados que operan tanto en el límite de la finca socialista como en las habitaciones contiguas al despacho del secretario general, a la espera de que se ensanchen las grietas del esperado (re)sufragio. ¿Habíamos dicho que la vida seguía igual? Pues eso.
Este jueves, el citado político socialdemócrata se vio la sonrisa con otro político bien parecido, autodenominado liberal (pero lo justo), de centro radical y de segundas partes transicionales, que también se espanta ante una urna (demoscopia mediante) y que no veta a nadie de entrada pero que no va a negociar bajo ningún concepto con esos que no veta de entrada. Buenrollismo de titular para sentar las bases del inicio del principio del génesis de algo que va hacia el sitio donde van las cosas que van hacia algún lugar. Que nadie nos diga que no lo hemos intentado. Aquí quien bloquea pierde.
En ocasiones veo pinzas
En la otra orilla, a golpe de prismático, el CIS confirma que un tipo que solía ser presidente aún sigue en política, a pesar de las dudas razonables. No presenta rastros de constantes vitales como líder de su partido, pero está ahí, que no es poco dadas las circunstancias. Llega a los sitios, dice que no puede, que no lo ve claro, y se va cabizbajo. 'Todos los días sale el sol, chipirón' como actitud profesional. Y a ver qué pasa mañana.
En la misma ribera, obviamente con b, el jefe de los lobos exteriores, coleta al viento, se convence a sí mismo de que calcula milimétricamente cada paso que da. De momento, con sus ademanes bruscos solo ha conseguido que se recupere la palabra pinza, aquella que trajo a mal traer a un vetusto barbudo adelantado a su tiempo. El alfil morado necesita que no se note en exceso que quiere elegir entre una segunda oportunidad para asaltar los cielos o una legislatura siendo el azote del búnker. A ver si al final de tanto jugar se va a encontrar dentro de un Gobierno.
Pluscuamperfecto de indicativo del verbo encuestar
Aunque parezca que la política española ha estado muerta el último mes, resulta que no, que ha estado tomando cañas. La encuesta se realizó entre el 2 y el 11 de enero. Pues bien, a continuación, y a veinticinco pesetas la respuesta, diga cosas que han pasado desde que el CIS recogiera la última respuesta del último encuestado (por orden aleatorio según vaya llegando a la cabeza): Patxi López, el bebé de Bescansa, rastas y piojos, espantada de Rajoy, aquelarre de barones, Iglesias nombrando ministros en rueda de prensa, segunda espantada de Rajoy, diputados al gallinero, confluencias que no confluyen, un vuelo con el primo del cuñado de alguien de ETA, una anti-cosas catalana y una profesora de Universidad viajando a Venezuela, dinero pagado por un iraní a una productora de televisión, reposición de corrupción en Miami pero en Valencia. Una tortuga ninja en una portada. Así, a bote pronto.
Si nadie lo remedia, que aunque quisiera no podría, la próxima madre de todas las encuestas nos cogerá probablemente en pleno runrún de la primera sesión de investidura. Que el CIS nos coja confesados.