
El equipo de comunicación de Pedro Sánchez plantea una solución radical para acabar con filtraciones como la recibida por la SER, que comprometió a los barones.
En Ferraz se descarta que haya sido algún periodista, un colaborador de Sánchez o algún opositor fiel a Susana Díaz; aseguran que "es imposible saber quién lo hizo".
Ante la impotencia de no resolver el misterio, según fuentes socialistas, están dispuestos "a hacer lo que sea", incluida la posibilidad de requisar móviles a la entrada de la sede socialista "a todo el mundo".