Política

La papeleta teñida de Sánchez: entre la Gran Coalición, el 'gobierno de los guapos' y la coleta hostil

¿Qué 'compañero de baile' elegirá Sánchez? Imágenes: EFE

En los tiempos del rompecabezas de la sacrosanta Transición, el canonizado expresidente Adolfo Suárez decía que no se debe pedir ni se puede ofrecer lo que no se puede entregar porque, en esa entrega, se juega la propia existencia de los interlocutores. Una frase relativamente imperecedera que, a dos meses vista de las elecciones del Belén, también llamadas generales, toma especial relevancia.

Todos, diputado arriba, diputado abajo, tienen idea de que no tienen ni idea de con qué pie se van a levantar el próximo lunes 21 de diciembre. Sin mayorías absolutas (o suficientes) en el horizonte, las papeletas de voto se parecen a aquellos álbumes de cromos de la Liga en los que pegabas solamente una esquinita sobre el jugador que ya tenías adherido a la hoja para poder disfrutar de ambas opciones. Begiristain o Salinas. La vida está llena de decisiones difíciles.

Uno de esos cromos ambivalentes lleva la cara de Pedro Sánchez. En todas las quinielas postelectorales la casilla del PSOE invita a jugarse un triple porque el bamboleo demoscópico no deja lugar a dudas: habrá que pactar. Y Pedro el Deseado sonríe a la cámara sabedor de que el redil socialista volverá a nutrirse con el botín de una pesca de arrastre fruto de la desilusión del suflé radical de Podemos y de la identificación del naranja con el azul. Como el Almendro, parece que a los eternos votantes socialistas les dará tiempo a regresar a casa por Navidad. Para qué vamos a cambiar si todos son iguales.

Sin embargo, el peligro acecha en las esquinas y los socialistas se afanan por no dejar caer ninguna carta que pueda estropear una mano ganadora. Aunque, por mucho que lo intenten, los comentaristas de la partida ya anticipan el chinchón. La sempiterna papeleta roja se teñirá de azul, naranja o morada según convenga a cada cual. Y estos son los tres escenarios que se manejan con el PSOE en una hipotética segunda posición.

Teñida de azul: Los 130 y la Gran Coalición

Felipe no se calla ni debajo del agua. Entre exabrupto y exabrupto, al jarrón chino también le ha dado tiempo a atizar a su secretario general antes de que pudiera atusarse el flequillo y revisar sus notas. Según el expresidente, o Pedrito alcanza los 130 diputados, cosa harto improbable, o tendrá que pactar. Pero con el PP.

La victoría pírrica de Mariano Rajoy el próximo 20 de diciembre parece clara a estas alturas y solo otro escándalo de corrupción podría enmudecer los cantos de sirena de la pretendida recuperación económica. Se necesita un pacto de estado a la alemana, o a la italiana, o a la irlandesa o a la.. eso, que se necesita poner coto a la entrada de la inexperiencia y el caos.

Y luego está el enésimo derrape de Artur Mas. El desafío catalán, la deriva, el órdago. El Apocalipsis. La mesa del infierno dantesco necesita comensales responsables para acometer una reforma constitucional como dios manda. Uno de esos movimientos gatopardianos que le ponen seda a la mona. Ya lo dijo Mariano, eses mediante: "Los experimentos, con gaseosa".

Teñida de naranja: El Gobierno de los Guapos

El naranja. Dos guapos y un destino. Sonrisas relucientes estrechándose la mano con pasión en el rellano de la Moncloa con el ruido de los disparos de las cámaras de fondo. La foto que muchos ya imaginan pero de la que ninguno de los protagonistas quiere oír hablar. Presidente Sánchez, vice Rivera. Ministro Garicano. Reedición de los pactos de San Telmo versión 2.0. Si nos entendimos en Andalucía, por qué no vamos a gobernar esto.

Pero que a nadie se le ocurra ni siquiera plantearlo hasta el 21 de diciembre. Somos socialistas, ellos son liberales. Somos renovación, ellos son lo mismo de siempre. No me toques el electorado, que yo no te tocaré el tuyo.

Teñida de morado: Me dejo coleta

Coleta morada cabalga de nuevo aunque, como a Gerónimo, lo de unificar a las tribus indias no se le está dando especialmente bien. A Iglesias le han sobrado seis meses de pista de despegue, pero lo va a intentar. No le queda más remedio. En el horizonte y en esa recurrente pregunta demoscópica de con quién le gustaría que su partido pactase, al electorado de Podemos, en supuesto retroceso, nunca le ha hecho ascos al PSOE. Ahí están las municipales de botón de muestra.

Sin embargo, Iglesias no deja de insistir en un pequeño gran detalle. Los pactos con los socialistas son positivos en posición dominante. Es decir, a la madrileña. El muleteo es como el tabaco, que a larga mata. Y puede que tenga razón. Pero ninguno de sus enemigos va a dejar de agitar la bandera del miedo. Si votas socialista votas morado y viceversa. Nada nuevo bajo el sol.

La cita está marcada en las agendas. Entre comprarle los regalos de Papá Noel a los chavales y buscar las ofertas de rezagados langostinos para Nochebuena. Ahí, un domingo frío y tal vez (quien sabe) coloreado con blanca y reluciente nieve. Con las caras de los candidatos pegadas entre escaparate y escaparate. Un consejo: tómenselo con calma. Estas navidades van a ser largas. Si no al tiempo.

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