
La bancarrota sobrevuela Izquierda Unida. Los malos resultados de la formación en los comicios autonómicos y locales del 24 de mayo han dejado a IU en una situación económica muy delicada. Y es que esta pérdida de peso político en las instituciones ha provocado que los bancos pongan muchas dificultades para conceder nuevos créditos al partido.
De hecho, la situación es tan peliaguda que, ante la necesidad de obtener financiación para las elecciones generales, están presentando las propias sedes como avales para hacer frente a las exigencias de los créditos. Una práctica que se está aplicando especialmente en Andalucía, donde IU ha perdido mucha cuota de poder.
Además, ya se sabe que a perro flaco todo son pulgas, y no en vano IU también arrastra un patrimonio neto negativo de 11 millones, lo que le resta más credibilidad ante los bancos.