
Aunque a priori parecía que Podemos podría ser llave de gobierno en Andalucía tras las autonómicas en la región, a las puertas de la investidura o no de Susana Díaz, presidenta electa, la formación morada se encuentra entre la espada y la pared. Una situación que puede afectar la convivencia entre la dirección nacional, encabezada por el secretario general, Pablo Iglesias, y la federación andaluza, liderada por Teresa Rodríguez.
El voto de Podemos en la sesión de investidura que se celebrará los próximos 4 y 6 de mayo será clave para el futuro político de Andalucía y puede que de España. De abstenerse y favorecer la constitución del Gobierno de Díaz, Podemos habría ganado enteros para futuras alianzas con los socialistas en las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo. La otra cara de la moneda sería la opinión contraria de las bases, que no verían con buenos ojos el apoyo a un PSOE andaluz que lleva 33 años gobernando.
El elemento que desbloquearía esta encrucijada es la serie de condiciones exigidas por Podemos a Díaz para concederle su abstención. La primera de ellas era el adiós político de Manuel Chaves y José Antonio Griñán por su relación con el 'caso de los ERE'. Aunque este adiós se ha conseguido en forma diferida, Rodríguez lo ha considerado un éxito dada la presión de su partido al respecto.
Las otras dos condiciones -reducir los altos cargos de la Junta y cortar las relaciones entre el Ejecutivo andaluz y los bancos que desahucien viviendas- serán determinantes. Unas exigencias a las que el PSOE-A responderá de manera "puntual" y a las que se aferra Podemos para no dar un paso en falso electoral, ya que este hipotético apoyo a Díaz podría restarle enteros en el resto de elecciones en 2015. Algo que saben bien desde Ciudadanos, también decisivo en Andalucía, pero instalado entre el hermetismo respecto a la investidura y su 'no' inicial a Díaz.
El dilema y la pugna de Podemos llegan del grado de cumplimiento que haga el gabinete de Díaz de estas dos medidas. Mientras que la dirección nacional, guiada por Iglesias, vería con buenos ojos cualquier tipo de gesto de los socialistas en relación con estas propuestas, Rodríguez y las bases moradas en Andalucía serían más exigentes en el cumplimiento de las mismas.
Finalmente la decisión la tendrá el Consejo Ciudadano Andaluz de Podemos, capitaneado por Rodríguez, secretaria general del mismo con el aval del propio Iglesias, pero con otros miembros cercanos a la dirección nacional.
Sin tocar poder, Podemos se la juega en Andalucía mientras PP e IU se afianzan en su 'no' a Díaz, el PSOE forzará cuantas veces pueda la sesión de investidura y Ciudadanos espera a ver cómo se suceden los acontecimientos sabiendo del desgaste que supondría apoyar a Díaz pero las acusaciones que recibiría de no tener sentido institucional si decide plantarse.