
"Ponemos un circo y nos crecen los enanos". Este manido aforismo popular estaba ayer en boca de destacados miembros del Grupo Popular que, si en el Hemiciclo mantenían el tipo y cumplían su papel de palmeros de Rajoy, en los pasillos no ocultaban el mal Rato que las informaciones sobre la "amnistía fiscal" al que fuera vicepresidente económico y presidente de Bankia estaban haciendo pasar, y lo que les queda todavía, al Gobierno y a un Partido Popular tambaleante en las encuestas.
Y todo en un día en el que el presidente acudía al Hemiciclo para hablar de Europa, que es donde se siente cómodo, y se había preparado un discurso en su habitual línea triunfalista de las últimas semanas, sacando pecho de los resultados de la economía.
Pero nada. Por mucho que se esforzó el jefe del Gobierno, la sombra de Rodrigo Rato asomaba como un espectro sobre su cabeza mientras el resto de los grupos parlamentarios aprovechaban las réplicas y contrarréplicas en el debate para atizarles donde más les duele y ahondar en el sambenito de la corrupción con que la calle les ha estigmatizado.
Un auténtico mazazo, en palabras del portavoz del PNV Aitor Esteban que, sorprendentemente, no mereció reacción alguna del principal interesado. Impertérrito, como su ministro de Hacienda mientras recibían los dardos de la oposición, -incluso cuando Joan Coscubiela les tachaba de "evasores fiscales"- Rajoy ni se dignó a responder a sus señorías, ni quiso explicarse en los pasillos.
En su línea habitual, después de cinco horas de debate sin la mínima mención a Rato y sus asuntos y pese a la insistencia de los periodistas, el presidente fuese y no hubo nada, salvo el acostumbrado recurso a esconder la cabeza y esperar a ver si escampa, que hasta ahora le ha dado resultado. Y es verdad.
Pero el nuevo escenario político dibujado en las elecciones andaluzas y el recuerdo de la derrota en 2004 tras la chapucera gestión de los atentados del 11-M, deberían también servirle de lección. Que por encima de la mejora de la economía, si hay algo que los ciudadanos no perdonan es la mentira y el silencio.