Cien preguntas, cien respuestas. Este es el subtítulo del último libro consagrado a la persona y a la imagen que proyecta Albert Rivera, El cambio sensato, donde el líder de Ciudadanos emite sus opiniones sobre los temas más diversos de la actualidad y de él mismo. El dirigente, metido estos días en el debate de la prostitución o el impuesto de sucesiones, aborda aspectos como el aborto, la monarquía, los sindicatos, o el sueldo de los políticos. Las cuentas de Albert Rivera.
A las puertas de dos citas electorales, las municipales y autonómicas, y con las generales en el horizonte más lejano (aún sin desvelar sus intenciones a la candidatura de Presidencia del Gobierno), Rivera ha dejado por escrito parte del ideario que defenderá en las elecciones, confirmado por Ciudadanos a EcoDiario.es.
Diez ideas para un ideario
A propósito del aborto, afirma que éste "no es un derecho". "No hay ningún ordenamiento jurídico en Europa que diga que lo es", mantiene. "Es un supuesto despenalizado de un delito, pero no es un derecho fundamental. El derecho a abortar no existe. Lo que hizo el PSOE al considerarlo un derecho fue un error. Habría que seguir la línea de Felipe González". "Si me tocara gobernar -se extiende-, lo primero que haría sería implantar políticas activas para evitar el aborto, por delante de la ley, y segundo, si no se consigue, regulemos qué condiciones se producen, qué asistencia pública debe darse, y finalmente, en qué casos es delito".
Rivera alude también a la Monarquía. Y sobre ello entiende que para elegir a los cargos públicos, "el mejor método son las elecciones, pero vivimos en una monarquía constitucional y parlamentaria en la que el jefe de Estado no tiene poderes, es un representante institucional. Siempre he defendido que mientras el rey de España no se meta en política, la cosa va bien. Claro que si el rey lo hace mal, si la corrupción llega hasta la monarquía, si no hay ejemplaridad, mañana mismo proponemos la república. Aún así -sostiene-, como muchos españoles, creo que el actual rey, Felipe VI, está cumpliendo con las expectativas que teníamos: ejemplaridad, sensatez, buena imagen del país, modernización...".
En cuanto a sindicatos y patronales. Rivera defiende una reforma profunda de estos. Si bien cree que deben seguir "desempeñando un papel fundamental en la negociación colectiva. Queremos que dejen de ser apéndices del Gobierno. Me gusta el modelo alemán, en el que tienen una alta afiliación y no dependen del Presupuesto público, lo que permite acabar con esas subvenciones de 700 millones de euros a patronales y sindicatos".
El problema -dice Albert Rivera sobre el sueldo de los políticos- se soluciona con una tabla nacional de sueldos. "La categoría A tendría que ser el presidente del Gobierno. En la B, estarían los ministros y quizás los presidentes autonómicos. En la C, los consejeros de comunidades y los alcaldes de las grandes ciudades".
Las puertas giratorias también son protagonistas de la lista de ideas de Ciudadanos. "Es una de las fórmulas de corrupción a título póstumo. Una ley de incompatibilidades de los cargos públicos severa lo solucionaría. Claro que habrá que compensar a quienes de la política con un trabajo para el Estado mientras no pueden entrar en el sector público".
Dación en pago. En este punto, Rivera propone una "ley de segunda oportunidad, incluso la entrega de su vivienda en dación en pago con una serie de condiciones sociales. Ciudadanos defiende que los en préstamos hipotecarios se pueda obligar al banco acreedor a aceptar en pago el inmueble hipotecado a un precio igual al 100% del valor de mercado en ese momento.
Rivera opina en Cambio sensato sobre educación. Se muestra a favor de una red de servicio público, "que pueda ser de titularidad pública o de titularidad privada concertada en un sistema público". Y sobre a la separación por sexo, respeta "a los padres que con su dinero desean probar otros métodos distintos a los de la escuela pública y concertada".
"La cuestión no es sanidad pública, versus gestión mixta". Rivera cree en una red pública en la que pueda haber una gestión mixta".
Eso sí, Rivera apuesta por la sanidad universal, pero matiza. "Es imposible que un Estado occidental pueda garantizar un servicio universal a quien no tiene un permiso de residencia. Y sí debe existir un paquete de servicios básicos para menores, embarazadas, enfermos contagiosos y urgencias".
La reforma de la Constitución es uno de los puntos fuertes con los que Ciudadanos se ha identificado desde su nacimiento. Rivera defiende que "las constituciones deben reformarse cada cierto tiempo, e incluso generacionalmente. Creo en un modelo autonómico de corte federal mediante un sistema que garantiza autonomía y a la vez coordinación y unidad".
Otras confidencias
En Cambio sensato, editado por Espasa, de Planeta, Albert Rivera también descubre otras claves más allá de la política.
En esa esfera, en la más personal, el político deja claro que, por encima de todo, quiere proteger su vida íntima y familiar. Y desde luego a su hija. "No quiero que sea 'la hija de' ni para lo bueno ni para lo malo. Sencillamente, su padre está en política, pero espero que eso le afecte a ella lo menos posible y que sea un persona libre. Y lo mismo con mis padres", detalla.
Rivera apuesta además por la autenticidad de los líderes, "por ser uno mismo y no intentar aparentar lo que uno no es". Defiende que "el verdadero cambio que se está produciendo en política es el que estamos propiciando los que procedemos de fuera de la política". Sostiene, como un viejo dicho que catalán, que reza qui paga mana (quien paga manda), que a él el sueldo se lo pagan los ciudadanos, "y es a ellos a quien tengo que rendir cuentas, no a los compañeros de una ejecutiva".
Es consciente de que la Presidencia de un Gobierno requiere medidas de seguridad, a propósito de vivir en Moncloa, "pero en medida de lo posible" la gustaría prescindir "de ciertas cosas". Y a modo de confidencia relata que sus compañeros de partido suelen gastarle bromas con sus discursos, "porque nunca los escribo".
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