La costumbre de hacer viajes privados con cargo a la Cámara Alta no la inventó el presidente de Extremadura, José Antonio Monago.
No en vano los responsables de los grupos socialista y popular en el Senado han pedido información a sus integrantes sobre desplazamientos llevados a cabo en el pasado reciente que, dado el actual clima de opinión, puedan ser "cuestionables".
La campaña electoral de mayo está en puertas y urge desactivar toda posible nueva polémica.
A raíz de la polémica suscitada por el presidente extremeño y sus recurrentes viajes a Canarias en su etapa de senador, el Senado aplicó el pasado noviembre nuevos controles acordados por todos los grupos parlamentarios sobre los viajes de sus señorías.
Desde entonces, los senadores deben tener el aval de su portavoz cuando vayan a realizar un viaje fuera de su circunscripción electoral a cargo del Senado y de carácter político, sectorial o de representación. Esta definición incluye viajes que realizan los senadores para actos de partido, como por ejemplo, un mitin, tal y como viene ocurriendo hasta ahora.
De hecho, el pasado febrero se supo que el Congreso y el Senado asumieron el último mes y medio anterior el coste de 45 viajes de parlamentarios socialistas ajenos a su circunscripción. De todos los diputados y senadores que conforman el Grupo Socialista únicamente ocho de sus representantes en el Congreso y cinco de los del Senado no realizaron viaje alguno, entre ellos el secretario general del partido, Pedro Sánchez, y su secretario de Organización, César Luena. El resto sí viajaron haciendo uso de su condición de parlamentarios y de ellos 23 se desplazaron para acudir a 45 actos en lugares ajenos a sus circunscripciones.
No obstante, y pese a este nuevo halo de transparencia en la materia, ninguno de los dos grandes partidos quiere sorpresas desagradables en pleno año electoral, y es que el 'caso Monago' aún resuena en la opinión pública.
Los viajes del PSOE