Cuenta el fabulista que en el reino animal hubo un juicio contra dos animales cogidos en flagrante delito. El rey de la selva fue acusado de matar a tres leonas y el asno de comerse un saco lleno de harina que había en un molino. El tribunal era consciente de las represalias en caso de que la sentencia fuese concorde con el delito imputado. En consecuencia, falló que el león debía ser absuelto porque no había hecho otra cosa que defender sus legítimas prerrogativas que "sin duda" habían sido puestas en cuestión por las víctimas. El borrico, sin embargo, fue condenado porque había cometido el delito de haberse comido la harina que, como todo el mundo sabe, es la materia remota de la que está hecha la hostia que contiene al Santísimo Sacramento.
Medios de comunicación adictos al régimen ponen al mismo nivel la falta administrativa de Errejón con robos, fraudes, delitos contra el erario público, encarcelamientos de ministros y otras autoridades, mentiras graves lanzadas por miembros del Gobierno, malversación de caudales públicos, ERE, evasión de capitales, mordidas y tarjetas en negro, imputaciones en serie de personalidades y familiares de la Casa Real...
Y el argumento utilizado es propio de la camorra o la mafia; dice así: "Esto pasa por ser tan exigentes en la crítica a lo que está ocurriendo, ahora os toca a vosotros". Prefieren a Barrabás porque sin duda es de los suyos y además son de la misma calaña que el Rey león de la fábula.
Lo que está pasando en España es una apretada síntesis de lo más miserable de nuestra Historia. Hay que remontarse a la época de Fernando VII con toda su cohorte de horrores y atentados contra la razón y la dignidad para entender estos niveles de abyección que exudan declaraciones, justificaciones y apología de lo más castizo y, por ello, más deleznable de nuestra existencia como entidad nacional. Ni gobiernan ni dirigen, simplemente apacientan concupiscencias.
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El "recorrido mediático" de la UMA