
Los jóvenes parecen ser el blanco fácil de la crisis. Su situación es olvidada a menudo en detrimento de las tragedias de familias sin ingresos, y de nuevo, las medidas contra la crisis vuelven a penalizarles a ellos: los que vivan con sus padres tendrán grandes dificultades para acceder a los 400 euros prorrogados por el Gobierno.
La crisis se cebó con los jóvenes en lo referente al empleo. La tasa de los desempleados menores de 25 años en España no abandona sus escalada desde los últimos cuatro años hasta llegar al 53,2% de la actualidad. Es decir, la mayoría ya sufre la situación de desempleo.
Sin embargo, los problemas de los jóvenes no terminan en este punto, ya que están siendo el blanco de todas las medidas para levantar la situación económica del país.
Recortes educativos
En el plano educativo, el ministro Wert ha tomado decisiones muy poco favorables a este colectivo, como el aumento de las tasas universitarias o la dificultad para acceder a las becas de estudios con el aumento de nota como requisito.
Este viernes, el Consejo de Ministros volvió a complicar el panorama para los jóvenes restringiendo su acceso a la prórroga del plan Prepara iniciado en el Gobierno de Rodríguez Zapatero: el cobro de los 400 euros dependerá de los ingresos de los padres si viven con ellos.
Los jóvenes, con dificultades para emanciparse, son penalizados por este mismo motivo, ya que el Gobierno ha utilizado el concepto de "colchón familiar" para establecer que la situación no es de necesidad. Si los padres perciben un salario superior a 481 euros, el Gobierno entiende que la ayuda no es justa para este colectivo.
La solución de la emigración
La emancipación se ha convertido en una de las principales fuentes de preocupación de los jóvenes españoles. Si bien las legislaturas de Rodríguez Zapatero intentaron facilitar el acceso al alquiler de vivienda para los jóvenes, a través de la ayuda conocida como renta básica de emancipación, el Gobierno de Rajoy se ha visto forzado a recortar esta partida.
De hecho, el nuevo Gobierno canceló la renta básica de emancipación, respetando la ayuda reducida en un 30% a sus actuales beneficiarios.
Las negras expectativas de los jóvenes españoles han impulsado la emigración el colectivo al extranjero. Los últimos datos estadísticos indican que en el último trimestre son más de 27.000 españoles los que han recurrido a buscar oportunidades fuera de las fronteras.