Serbia, presionada por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) para acabar con la violencia que siguió a la independencia de Kosovo, recibió el respaldo de su gran aliado, Rusia, que acusa a los occidentales de jugar con fuego al reconocer al nuevo Estado.
El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó el viernes que la independencia de Kosovo sienta un "terrible precedente" que, como un búmeran, terminará por golpear "la cara" de los occidentales y tendrá "consecuencias imprevisibles".
"¡Rusia, en guerra por Kosovo!", tituló el sábado el diario serbio Press, citando al representante ruso ante la OTAN, Dmitri Rogozin, quien afirmó que Moscú se reservaba el derecho del "uso de la fuerza" si la OTAN o la UE "desafiaban" a la ONU en Kosovo.
Un dirigente de los serbios de Kosovo, Goran Bogdanovic, también saludó la determinación de Moscú. "Parece que la cuestión de Kosovo salió del marco de los Balcanes" para convertirse en "tema de disputa entre las grandes potencias", afirmó.
La resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la guerra de 1998-1999 entre las fuerzas serbias y la guerrilla separatista de Kosovo, prevé que esta provincia serbia sea administrada por la ONU pero que se mantenga bajo soberanía de Belgrado.
Esa resolución forma parte de los argumentos esgrimidos por Madrid para rechazar la independencia unilateral de Kosovo, explicó el secretario de estado de Asuntos Exteriores de España, Bernardino León Gros, en un artículo publicado el sábado en el diario independiente Blic, de Belgrado.
"Contrariamente a lo ocurrido en otros países que se separaron, como la República Checa y Eslovaquia, en el caso de Kosovo no hubo acuerdo entre las partes ni resolución de la ONU", afirma Gros.
Cinco países de la UE -España, Rumania, Chipre, Grecia y Eslovaquia- anunciaron que no reconocerían a la república kosovar.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Javier Solana, afirmó en cambio que "la decisión sobre el futuro estatuto de Kosovo era insoslayable y aporta mayor estabilidad a largo plazo en la región y para todos", en declaraciones que el diario alemán Bild am Sonntag publicará el domingo.
El ministro serbio para Kosovo, Slobodan Samardzic, fustigó el sábado a Estados Unidos de "violación del derecho internacional", por haber apoyado la declaración de independencia.
En declaraciones a la agencia Tanjug, Samardzic rechazó las protestas de Washington por la falta de protección de su embajada en Belgrado, incendiada el jueves durante una manifestación gigante contra la independencia de Kosovo.
"Estados Unidos es el principal culpable de todos los disturbios registrados desde el 17 de febrero", cuando Kosovo se proclamó independiente, machacó el funcionario serbio.
En un signo de la creciente tensión, la UE decidió evacuar a su personal en el norte de Kosovo, donde los serbios son mayoritarios.
"Hemos decidido retirar temporalmente a nuestro personal, pero mantendremos una oficina", declaró el representante especial de la UE en Kosovo, Pieter Feith.
La UE también desaprobó una resolución adoptada por el parlamento de los serbios de Bosnia (República Srpska, RS) proclamando su derecho a la independencia.
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