Poker

El mejor jugador de poker del mundo: Phil Hellmuth

"Quiero ser el mejor jugador de poker de todos los tiempos. Pero uno que siempre ponga a su familia primero". Como él mismo se autodefine en su propia página web, Phil Hellmuth es el más grande jugador de poker de todos los tiempos. Decir esto es aventurarse mucho, porque en el poker, como en los colores, no hay nada escrito. Es como decir que Lionel Messi es el mejor jugador de fútbol de la historia. Pues habrá quién piense que sí, habrá quiénes elijan a Diego Armando Maradona, a Pelé, a Cruyff, a Di Stéfano o incluso al gran Cristiano Ronaldo.

Pero en el poker, para determinar quién es el mejor, sólo valen los títulos, más incluso que en el fútbol donde se entrar a analizar otras variables para determinar a jugadores y equipos. A diferencia del deporte rey, un juego de equipo, el poker es una disciplina individual. Y en el poker, haciendo referencia a aquél viejo anuncio de detergente, los brazaletes, como el algodón, no engañan.

El caso es que el bueno de Hellmuth, nacido el 16 de Julio de 1964 en Madison, Wisconsin, Estados Unidos se ha proclamado a sus casi 51 años, vencedor de la Series Mundiales por decimocuarta vez. Es decir, bate su propio récord y ve cada vez más lejos por el retrovisor a sus rivales por ese cetro mundial. Los otros tres jugadores que le hacen sombra poseen 10 títulos cada uno. El legendario Doyle Branson parece que no llegará nunca a superar a Hellmuth ya que tiene 81 años. Johnny Chan también suma 10 brazaletes, aunque el último lo logró hace más de diez años. El único que podría parecer un rival serio es el californiano Phil Ivey, ganador el año pasado, pero que en estos momentos está siendo investigado por un episodio de presuntas trampas en un casino, lo que ha dejado su reputación, cuanto menos, en entredicho, además de situarse a cuatro títulos de distancia.

Phil Hellmuth también ostenta la plusmarca mundial de premios ganados en las Series Mundiales de Poker, con 100, y es la persona que más veces se ha sentado, hasta 50, en una mesa final de este prestigioso evento. En todo el tiempo desde que comenzó su carrera ha acumulado una bolsa de premios en metálico superior a los 18 millones de dólares, lo que le convierten en uno de que más dinero han ganado jugando al poker.

Lo curioso y lo que ayuda a comprender el gran nivel de juego que atesora, es que el "niñato del poker", apodo bien recibido por Hellmuth, ha alcanzado también la gloria en modalidades diferentes a las más populares como son el Hold'em o el Omaha. El ejemplo más claro lo tenemos en su último brazalete, el número 14, que lo logró en razz. Para los no iniciados en esto del poker, hay que señalar que el razz es una extraña variante del stud, muy poco jugada en el mundo, y mucho menos entre los aficionados. El objetivo del juego, al contrario que en el stud, es alcanzar la peor jugada posible después de haber recibido 7 cartas cada uno de los contrincantes. Un juego muy minoritario. El torneo tenía una entrada de inscripción de 10.000 dólares de inscripción, lo que le ha permitido cosechar tras la victoria final una bolsa de 271.000 dólares.

En esa final tuvo que medirse a apenas 103 rivales, cifra que no parece de gran mérito. Nada más lejos de la realidad, ya que en ese torneo había profesionales de la talla de Mike Leah o Thomas Keller, aunque fue Mike Gordinsky el oponente que más difícil se lo puso, acabando finalmente en segundo lugar por detrás de Hellmuth.

El más laureado jugador de poker de todos los tiempos ha sabido proyectar su imagen de ganador a otros negocios. Montó una empresa de publicidad, ha lanzado varios juegos de poker para los smartphones con notable éxito, ha escrito varios libros, el más famoso fue 'Play Poker like the Pros'. También ha editado vídeos divulgativos, publicado decenas de artículos en revistas especializadas y ha sido comentarista en las transmisiones televisivas de algunos de los mayores eventos de poker del mundo.

El niñato del póker

A pesar de su éxito, su figura no es bien vista por todos en el circuito mundial de póker. Su apodo "el niñato del póker" ha sido granjeado por sus polémicas formas, su manera de actuar en las mesas, sus insultos a los rivales, desplantes a los patrocinadores o excentricidades varias como aparecer en los casinos con diversos disfraces, siendo muy populares sus apariciones vestido de centurión romano.

Esa mala fama contrasta con su labor filantrópica. Phil Hellmuth presume de haber colaborado para recaudar más de 20 millones de dólares a través de diversas obras de caridad y fundaciones. Además, es uno de los colaboradores del 'All In for Kids', un torneo de poker para recabar fondos benéficos que se celebra en el Hotel Mandarín Oriental de la ciudad de Nueva York. En su última edición logró recaudar casi un millón de dólares para un centro de Diagnosis Fetal y Tratamientos para niños del Hospital de Filadelfia.

Aclamado por unos, odiado por otros, en lo que todo el mundo coincide es que Hellmuth sabe jugar al poker. A nadie le gustaría verle enfrente en una mesa final de un gran torneo. Porque aunque en la vida importen la educación, las formas, saber perder y saber ganar, lo que nadie podrá discutir a Phil Hellmuth, que siempre había dicho que su meta era ser el mejor de la historia, es que es el jugador más laureado de poker de todos los tiempos, con 14 brazaletes. Todo un mérito.

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