
El Gobierno vasco aprobará el próximo jueves 14 de febrero las tres medidas urgentes con las que complementará la prórroga presupuestaria y que tienen una dotación de 250 millones de euros, entre ellas, la subida salarial del 2,25% para los funcionarios y la actualización de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), según quedó latente en la primera sesión de control parlamentaria del año.
En un principio, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu decidió presentar un Proyecto de Ley único para corregir cuestiones como la subida del sueldo de los funcionarios, la actualización de los conciertos educativos, el contrato de actualización del programa de la Universidad pública vasca y la subida para la RGI, entre otras.
La falta de acuerdo con la oposición llevó el pasado martes a la retirada de esa norma, cuya tramitación obligaba a votarla en bloque y sin posibilidad de presentar enmiendas.
Rechazos iniciales
El PP anunció su voto contrario al proyecto, por estar en contra de que la RGI subiera más que los salarios de los funcionarios, mientras que Elkarrekin Podemos puso en la diana la subida de la enseñanza concertada. EH Bildu, por su parte, también rechazó la propuesta, por considerarla una imposición gubernamental sin posibilidad de negociación y debate previo. Ante esta situación, el consejero vasco de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, anunció la retirada del Proyecto de Ley de Medidas Presupuestarias Urgentes de 2019 y la reformulación de la ley única en tres textos separados e independientes, de tal forma que las votaciones se referirán a cuestiones concretas.
"No vamos a entrar en una estrategia que utiliza la forma como pretexto para no sacar adelante el fondo, cuando son medidas que benefician directamente a más de 150.000 familias", afirmó Azpiazu.
De esta manera, además, el Ejecutivo podrá aprobar más facilmente un paquete de medidas con el apoyo de un grupo determinado parlamentario, por ejemplo del PP a las medidas educativas, y con otros grupos el resto.
El procedimiento para la tramitación de estas tres leyes será el de lectura única, es decir, en votación única y sin posibilidad de cambios o enmiendas: uno para la subida salarial de los funcionarios, otro para la actualización de los conciertos educativos y otro sobre el incremento de la RGI.
Tras la sesión del control al Gobierno del pasado viernes, el secretario general de Elkarrekin Podemos, Lander Martínez, reveló que sus once parlamentarios se abstendrán, tanto en la votación de la subida salarial para los funcionarios como en los incrementos de la RGI. Mientras, el PP apoyará la financiación extra para la educación concertada y la subida funcionarial, aunque su 'no' será tajante con los cambios en la RGI.