El Gobierno vasco aprobó ayer el proyecto de Presupuestos para 2019, que asciende a 11.784,1 millones de euros. Estas Cuentas elevan el gasto en casi 300 millones de euros, un 2,6 por ciento más respecto al del año anterior, mientras que las aportaciones de las diputaciones forales tras la recaudación aumentan un 6,6 por ciento.
'Este presupuesto se plantea en un contexto económico de crecimiento favorable con significativa estabilidad, aunque sí enmarcado en una suave desaceleración', explicó el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu. 'Además -continuó- sin tener en cuenta la amortización de la deuda y el efecto de la 'Y' y de la variante sur ferroviaria, el incremento a efectos de análisis presupuestario es de 371 millones, un 3,6 por ciento'.
Impulso a la inversión
Azpiazu destacó que el presupuesto para 2019 contempla como ejes principales la mejora de las políticas públicas y el impulso a la inversión e innovación. Así, las Cuentas plantean un aumento del 7,4 por ciento en la inversión pública hasta los 991,5 millones y del 6,5 por ciento en innovación.
El Gobierno vasco quiere mejorar las políticas sociales y potenciar el desarrollo económico y el empleo. Por esta razón, el 77,9 por ciento del proyecto de Presupuestos, más de 9.000 millones, corresponde a políticas sociales. Salud cuenta con el mayor presupuesto, 3.800 millones, seguido de Educación, 2.845 millones, y Empleo y Políticas Sociales, con 1.028 millones.
Los objetivos de estabilidad presupuestaria recogen que el déficit debe reducirse en tres décimas en 2019, hasta el 0,1 por ciento, aunque el Gobierno vasco tiene una estrategia de déficit cero desde el año 2017. En este escenario, el gasto de la deuda desciende ligeramente aunque se lleva más de 1.300 millones, prácticamente una décima parte del total.
En cuanto a la amortización de la deuda en el proyecto de presupuesto 2019 se pasa a los 1.098 millones, 15 millones menos que en 2018.
Una vez recibido ayer el visto bueno del Consejo de Gobierno, el proyecto presupuestario de 2019 se remitirá el viernes al Parlamento vasco para su tramitación y, en su caso, aprobación definitiva.
Precisamente, esta es la fase más complicada, dado que el Gobierno de Iñigo Urkullu se encuentra en situación de minoría, a pesar de su coalición con el PSE-EE, y necesita el apoyo (o la abstención) de algunos parlamentarios de EH Bildu, Elkarrekin Podemos o del PP.
Pedro Azpiazu se reunirá con los grupos de la oposición la próxima semana, con el fin de respalden el proyecto presupuestario, del que destacó que es 'muy bueno'.
El consejero vasco de Hacienda y Economía aseguró que no cierra la puerta a un posible acuerdo con cualquier de los tres partidos. Por el momento, solo EH Bildu y Elkarrekin Podemos han presentado unas propuestas para negociar.