País Vasco

'Ciudades inteligentes, doble reto: continente y contenido'

Tomás Iriondo, director general del Cluster Gaia

La evolución de las ciudades es una buena analogía para entender cómo se comporta la economía, aunque habrá quien defienda que es exactamente al revés: que es la economía la que nos va indicando hacia dónde se desarrollan las ciudades, y cómo se configuran. Sea como fuere, queda fuera de toda duda que el desarrollo urbano y sus oportunidades son un foco de estudio e innovación para las empresas que representa el Clúster Gaia.

La creciente urbanización del mundo supone una enorme oportunidad, tanto para el desarrollo industrial de productos y de servicios, como para extender servicios públicos que contribuirán a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. El proceso es imparable, y contribuir a que sea, además, beneficioso para la sociedad, es un reto de primera magnitud.

Se está produciendo una conjunción de intereses en torno a esta oportunidad, una suerte de círculo virtuoso, que nos debe empujar a trabajar de forma colaborativa, a la búsqueda del máximo beneficio compartido. El objetivo es promover la generación de riqueza y la creación de una oferta para las y los ciudadanos que habitan en estas urbes y para las personas de su entorno. En este contexto, no extraña que la industria y las administraciones públicas hayan puesto su interés en el desarrollo de las Ciudades Inteligentes. Europa quiere participar de esta revolución, y las empresas vascas queremos acompañar este proceso. Esta es la reflexión que ha materializado recientemente, en marzo de este año, con la constitución de un consorcio tecnológico con el mandato claro de la Comisión Europea para desarrollar la estrategia común europea ante esta oportunidad. El Clúster GAIA forma parte del grupo motor de este proyecto, denominado SmartCityTech.

Por analogía, no existen las Ciudades 'tontas', pero esta denominación (Smart cities) se ha consolidado para singularizar la aplicación de tecnologías electrónicas, de la información y de las comunicaciones, orientadas a mejorar la eficacia y la eficiencia en la gestión de los servicios urbanos y, en definitiva, a mejorar el bienestar en la ciudad. En los últimos años hemos vivido una auténtica revolución en la aplicación de la tecnología a todos los ámbitos, y esta visión nos hace pensar que el desarrollo de servicios basados en la inteligencia de esta aplicación no ha hecho más que comenzar. Confluyen la necesidad y la oportunidad. En efecto, la tecnología es la 'condición necesaria' aunque no suficiente, ya que las ciudades se enfrentan además previamente al reto de re-pensarse en un contexto de interconectividad, mayores demandas ciudadanas y menores recursos económicos para atender necesidades diferentes a las que hemos conocido hasta hora.

El reto es enorme: se trata, en primer lugar, de monitorizar la ciudad para contar con datos reales que permitan definir el uso eficiente de servicios, y en segundo, de crear nuevos productos y servicios, a través de la incorporación de 'inteligencia' , sólo sostenible posible a través de la tecnología, como herramienta.

Las oportunidades de negocio de esta industria son conocidas, y las empresas europeas queremos participar de ellas. Algunos estudios indican que en 2040 el 65% de la población mundial residirá en entornos urbanos, con lo que aumentará la necesidad de todo tipo de servicios y soluciones para garantizar un nivel de calidad de vida digno en todos los ámbitos: personas, entornos, movilidad, gobernanza, economía y economía digital, etc. El reto viene acompañado de enormes oportunidades de negocio: las previsiones indican que el mercado de las ciudades inteligentes crecerá a un ritmo anual del 22,5% y en 2019 generará un volumen de negocio total de 1.037 millones de euros.

Las previsiones de nuestras empresas están en clara sintonía con este horizonte. También la práctica de muchas de ellas, que han desarrollado con notable éxito servicios y productos de este entorno tecnológico. Son estimaciones que fundamentan, si es que quedaba alguna duda, el papel clave que las tecnologías de la información, la electrónica y la digitalización están jugando en la configuración de un nuevo contexto de grandes oportunidades. La transformación tecnológica, social y cultural que acompaña a esta evolución es un enorme campo de desarrollo.

Hace tiempo que la industria vasca viene atendiendo esta oportunidad. Nuestras empresas operan en entornos internacionales, y nuestra aportación como clúster es facilitar la cooperación, focalizando los esfuerzos en las oportunidades. La experiencia previa en proyectos cooperativos (como Clines, que finaliza a mediados de este año) nos ha permitido ganar la posición y ser promotores de esta ambiciosa estrategia europea, que con un horizonte de 14 meses, deberá desarrollar una agenda tecnológica y de negocio, con especial incidencia en los sistema embebidos (sensores, ECUS, componentes conectados, APIs, etc.) y aprovechamiento de la información generada (Analítica de Datos). SmartCityTech tiene puesta su mirada en los grandes mercados de Asia, Usa y Latinoamérica, y en las líneas de desarrollo de industrias de carácter transversal. Los mismos objetivos que las empresas vascas, dicho sea de paso.

Compartimos este espacio de oportunidad con las grandes fuerzas europeas, clústeres tecnológicos de Bélgica, Alemania y Dinamarca. En total, los miembros de este proyecto representamos a más de 1.000 organizaciones, principalmente pequeñas y medianas empresas, y con más de 60.000 profesionales.

Es, por lo tanto, una gran oportunidad para la cooperación en toda Europa y las empresas del Clúster Gaia quieren participar en ella.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky