
El tejido industrial vasco 'se está muriendo' y es necesario promover un gran 'implicación colectiva para aportar soluciones'. Así de contundente y pesimista se mostró ayer el presidente de la patronal vasca Confebask, Miguel Ángel Lujua ante los datos de mortalidad empresarial que se están registrando en los últimos meses.
La advertencia de Lujua tiene más proyección que la vasca, si se tiene en cuenta que Euskadi es una de las comunidades autónomas más industrializadas de España y con mayor apertura de su economía al exterior, factores ambos que propiciado que la tasa de desempleo sea la mitad que la media española, con apenas un 12 por ciento.
Lujua recalcó que esta crisis es 'más profunda, más global y con menos mecanismos para actuar' que todas las anteriores y que su superación dependerá de la consecución de un gran pacto entre empresas, sindicatos y administraciones públicas para lograr una competitividad real de la economía y de las empresas. La patronal vasca evocó los 'pactos de La Moncloa' de los años 80 y aseguró que la situación actual es mucho peor.
Criticó las alzas de impuestos y cotizaciones empresariales y la conflictividad laboral.
Panorama desolador
La patronal indica que desde 2008 han desaparecido 6.896 empresas (el 10,9% del tejido productivo) y 16.654 autónomos (un 8,8% menos), lo que supone el 10,9 por ciento del tejido productivo, retrocediéndose a niveles de 2001. Indican que el deterioro es 'cada vez mayor', ya que solo el pasado año se perdieron 1.839 empresas (el 26,6% del total durante la crisis) y además que enero de 2013 ha sido el 'peor' mes de la historia en nivel de cierre de empresas, con un total de 639 (el 9,26% del total de cierres), mientras que la pérdida media mensual entre 2008 y 2012 eran de 102 empresas.
Lujua recalcó que es el cierre de empresas y la caída de las carteras de pedidos los que generan el desempleo y no la aplicación de la reforma laboral, como se empeñan en afirmar los sindicatos.
Así el número de empresas en proceso concursal se ha multiplicado por cinco respecto antes de la crisis y, en el cuarto trimestre de 2012 se batió el récord de empresas en procedimiento concursal en Euskadi. En concreto, el incremento en 2012 fue del 43,8 por ciento y en el caso de las empresas industriales en concurso el incremento fue del 73,4 por ciento, por lo que la industria también se está viendo ya afectada en todos sus sectores.
Esta pérdida de empresas y de autónomos supone, además, un 'riesgo muy importante' para la sostenibildiad del sistema de pensiones, ya que de los ingresos totales de la Seguridad Social el 62,1 por ciento procede de las cotizaciones empresariales. Por ello, advierte de que, si no se 'protege a la fuente de financiación' que es la empresa, el Estado de bienestar se va a ver 'cuestionado.
Relocalizar producción
Por su parte, el presidente de Cebek, José María Vázquez Eguskiza, reflexionó sobre cómo se debe afrontar la internacionalización. A su juicio, hay que internacionalizarse 'produciendo aquí' y considera que hay que preguntarse '¿por qué no se puede producir aquí?' y, a su juicio, la respuesta está en el panorama sindical y de costes que tienen las empresas.
Vázquez Eguskiza aboga firmemente por 'relocalizar empresas', por producir en el País Vasco y después canalizar la internacionalización a través de las ventas de esos productos por todo el mundo. Pero para ello cree que hay que ir un 'enorme' pacto laboral y 'presionar' al Gobierno sobre la fiscalidad que se debe impulsar.
Negociación colectiva
Frente al 'bloqueo' de la negociación colectiva por la pretensión de los sindicatos de que no se 'aplique' la reforma laboral, Confebask recuerda que en 'riesgo' en Euskadi 500 convenios que afectan a 359.479 trabajadores. Además, hay 54 que no tienen convenio estatal que los sustituya.
En este sentido, ha afirmado que no se pueden 'agotar los tiempos' y ha advertido de que a finales de marzo o principios de abril se tiene que saber si hay posibilidades de llegar a acuerdos, puesto que en julio se acaba el 'plazo' para la negociación y qaue también en ese último momento se mantendrán firmes sobe la aplicación de la reforma laboral.
Lujua ha advertido de que no van a firmar convenios en los que se diga que 'no se aplica la ley' y que no 'valen' planteamientos iniciales de 'no sentarse' a la mesa porque ésa debe ser una 'obligación' para patronales y sindicatos, además de tratar de consensuar un modelo de relaciones laborales.