País Vasco

Pedro Luis Uriarte anima a 'repensar Euskadi' para superar la crisis y asegurar el futuro

Pedro Luis Uriarte, presidente de la consultora 'Economía, Empresa y Estrategia' alertó del riesgo económico y social que supone quedarse quietos ante la crisis o dejarse sumir por el pesimismo, 'porque el futuro brillante no está garantizado'. Abogó por reaccionar, por 'repensar Euskadi' a través de la innovación y el esfuerzo para lograr como en crisis anteriores salir reforzados.

Uriarte hizo un exhaustivo análisis de la situación económica mundial, en el que se aprecia el cambio de centro económico, en el que al igual que Josu Ugarte, presidente de Mondragón Internacional, al que citó numerosas veces en la conferencia, alerto de que Euskadi se encuentra en la zona de peligro si no hace un cambio radical en su modelo industrial.

Para Uriarte España habría superado ya la peor etapa de la crisis, pero aún le quedan entre 5 y 8 años de menores crecimientos, lo que lleva el inicio del crecimiento hasta 2017. 'El escenario español ha perdido dramatismo, pero no sobresaltos, sigue siendo dura'. Esto implica que hasta 2014 el desempleo será alto y para llegar a los niveles de ocupación que se llegó en 2007 habrá que esperar hasta 2021.

En este contexto destacó que el País Vasco gracias a su componente industrial está bastante mejor que España, porque ya ha empezado a 'nadar', mientras que España sólo 'flota', a diferencia de los países que se 'hunden' como Grecia, o Irlanda.

Frente a esta situación, según relató, existen tres reacciones posibles: sumirse en la 'depresión' y el 'masoquismo', que ya se empieza a detectar en el conjunto de España; resignarse a 'conformarse', como parece que está siendo la actitud de la sociedad vasca; o 'transformarse' para ser mejores y crecer, ya que si 'otros lo hacen, por qué no nosotros'. Las dos primeras actitudes llevan a futuros sombríos, sólo la tercera lleva al crecimiento.

Caducos remedios del pasado

El presidente de la consultora Economía, Empresa y Estrategia señaló que los remedios que permitieron a la economía vasca salir de crisis pasadas ya no sirven, se debe acometer un cambio radical basado en la innovación.

'Hay que repensar Euskadi', lo que llevaría a 'impulsar una nueva transformación con impacto económico y social' y ello pasa por un fuerte incremento de la 'competitividad del conjunto de la economía'.

A su juicio la vía de tratar de competir con salarios no vale, resulta imposible frente al coste laboral que tienen los países emergentes.

También indicó, al igual que el presidente de Mondragón Internacional, Josu Ugarte, que una gran parte de los sectores clave de la industria vasca está muy afectada por la competencia de los países emergentes, por lo que habrá que buscar nuevos sectores para ser competitivos.

Tampoco es suficiente con tratar de exportar más, si se mantiene la estrategia de seguir vendiendo en las zonas del mundo donde no están los grandes crecimientos. En la actualidad los principales clientes de las empresas vascas son España y la Zona Euro, cuando el gran consumo se produce y crecerá aún más en los países emergentes, especialmente en Asia y Latinoamérica.

Repensar Euskadi

Todo esto le llevó a Pedro Luis Uriarte a recalcar que hace falta 'repensar Euskadi', pararse un momento, reflexionar y plantearse la 'visión' de qué quiere ser en el futuro. 'Sin visión no hay transformación, tener una visión es decisiva. Esa visión debe ser muy exigente, pero también muy estimulante'.

Después reclamó 'compromiso', que cada agente social asuma personalmente la forma de articular su propio compromiso. A su juicio hacen falta 'líderes de la sociedad civil', ya que 'el silencio nos convierte en cómplices de nuestra inhibición'.

Un tercer elemento sería la 'estabilidad' y sorprendió al indicar que uno de los problemas de la sociedad vasca es 'su excesiva fragmentación' en lo político, institucional, económico y social.

Itinerario para la innovación

El itinerario que trazó Pedro Luis Uriarte pasa primero por 'cambiar de ritmo', corrigiendo los errores del pasado e invertir con intensidad en capacidades tecnológicas, dotación de infraestructuras, internacionalizar las empresas y buscar aumentar las tasas de ocupación con una fuerte incorporación de los jóvenes y las mujeres al mundo laboral.

La siguiente escala sería 'cambiar de ideas' a través de la innovación, pero manteniendo a la industria como la base de la economía porque si no 'Euskadi se convertirá en un destino turístico muy bonito, pero con una falta radical de generar empleo para sus habitantes'.

Después habría que 'cambiar las personas' mediante una intensa potenciación de la formación, cultura de emprendizaje y sociedad necesariamente trilingüe. 'Necesitamos jóvenes formados que trabajen en Euskadi, no que se vayan a trabajar fuera'.

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