Nortegas, segunda distribuidora de gas natural nacional, inauguró ayer el proyecto H2Sarea, que analizará los límites de las infraestructuras y equipos que actualmente utilizan gas natural, una vez éste se encuentra mezclado, en diferentes porcentajes con hidrógeno.
El proyecto es el primero a nivel nacional, pero no parte de cero ya hay investigaciones en marcha en otros países. "En Japón ya se ha demostrado que con inyecciones de hidrógeno de hasta el 20% en la red de gas natural no hay alteraciones en los funcionamientos", aseguró Javier Contreras, consejero delegado de Nortegas.
En este proyecto liderado por Nortegas, que forma parte del programa Hazitek del Gobierno vasco, colaboran empresas del tejido industrial vasco como ABC Compresores, CAE, Fidegas, H2Site, Erreka y Orkli. Además, participan dos centros tecnológicos como Tecnalia e Ikerlan, y el Centro Nacional del Hidrógeno.
Tres años de desarrollo
H2Sarea -que se desarrollará durante tres años- tiene como objetivo analizar el comportamiento de las infraestructuras de gas natural, en instalaciones domésticas e industriales, y desarrollar soluciones tecnológicas para la transformación progresiva de la red de distribución, de forma que ésta se adapte a las necesidades energéticas de la futura economía del hidrógeno.
La inyección de este gas renovable en las redes gasistas permitirá el aprovechamiento de unas infraestructuras que suman 8.500 kilómetros, en el caso de Nortegas, y más de 90.000 a nivel nacional. Asimismo, contribuirá a consolidar el papel del hidrógeno como palanca de descarbonización de la economía.
Nortegas sitúa el hidrógeno verde como uno de los ejes estratégicos y de transformación de su modelo de negocio. Por esta razón, está presente en otros proyectos alrededor de esta tecnología, como el proyecto Benorth2, junto a White Summit Capital, Castleton Commodities International (CCI), Sener y Bizkaia Energía.
Este consorcio empresarial promueve la puesta en marcha de la primera planta de producción de hidrógeno verde a nivel nacional que aprovecha la infraestructura de la central de ciclo combinado de Amorebieta-Boroa en Vizcaya.