
El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, se enfrenta al reto de elaborar unos presupuestos para 2021, con una caída del PIB del 10,1% prevista para este ejercicio y la consiguiente bajada de la recaudación.
Además, las cuentas deberán impulsar la reconstrucción y la transformación económica y social de Euskadi, tras el impacto del coronavirus.
Y el más difícil todavía: se descartan los recortes en las políticas públicas y, según las primeras cifras que maneja la consejería, los presupuestos para 2021 crecerán de forma importante respecto de los del año anterior.
En 2020 ascendieron a 11.744 millones de euros y ocho de cada diez euros se dirigieron a los ámbitos de la salud, educación, empleo y políticas sociales. El próximo año salud y educación también "recibirán un importante impulso", aseguró Azpiazu.
Afrontar retos futuros
Las cuentas vascas estarán dirigidos a reforzar el sistema sanitario y la educación y afrontarán los retos de futuro: la transición tecnológico-digital, la energético-climática y la sanitaria y social.
Azpiazu explicó, en la presentación de las directrices de los presupuestos para 2021, que la caída en la recaudación se va a mitigar con la deuda pactada con el Gobierno central y que, además, la eliminación de las reglas fiscales por parte de Europa facilitan las cosas. Asimismo, el consejero vasco recordó que el Ejecutivo dispone de un margen de maniobra adicional, "gracias al esfuerzo realizado durante la pasada legislatura para bajar deuda a través de los superávits".
Sobre los fondos europeos, Pedro Azpiazu incidió en la importancia de elaborar proyectos sólidos. "Los recursos cuando vengan bienvenidos serán, pero debemos impulsar los proyectos de manera autónoma. No podemos esperar a que lleguen los recursos para poder empezar.", señaló.
En cuanto a la fiscalidad, Azpiazu apuntó que no es momento de hablar de subir los impuestos, ya que en su caso se restringiría la demanda. "Cuando esto pase, habrá que pensar en cómo afrontar la deuda de hoy, deberá ser una reflexión de fondo".
Arrancado el proceso de elaboración del presupuesto, el próximo 15 de diciembre el Consejo de Gobierno aprobará el proyecto y el 18 se entregará en el Parlamento Vasco.
Aunque este año las cuentas vascas no necesitan votos de otros partidos para su aprobación -son suficientes los 41 que suman PNV y PSE-EE- Azpiazu buscará el máximo consenso y dialogará con el resto de los grupos parlamentarios. "En la medida de lo posible y dentro de nuestro marco incorporaremos sus propuestas", afirmó el consejero.
Ingresos Forales
El Ejecutivo vasco está a falta de conocer los ingresos con los que contará a través de las aportaciones de las Diputaciones Forales, que se cerrarán en el Consejo Vasco de Finanzas Públicas a celebrar el jueves 15 de octubre. Si se conoce el déficit y la deuda para 2021, acordado en la Comisión Mixta del Concierto Económico, que es del 2,2% de déficit, 1.600 millones y un límite de deuda del 16,9%, hasta 12.440 millones.