La ONU condenó en duros términos los ataques con barriles explosivos lanzados hoy por el régimen sirio de Bachar al Asad en la provincia de Alepo y que causaron la muerte de decenas de personas.
Los barriles explosivos fueron arrojados por helicópteros militares en un mercado de la ciudad de Al Bab y en un barrio de la capital provincial, Alepo, según denuncias del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que cifró en 71 el saldo provisional de muertos.
"Muchas de las víctimas volaron en pedazos o quedaron irreconocibles por las quemaduras que sufrieron a causa de las explosiones, que devastaron el mercado", afirmó la ONU en un comunicado de su enviado especial a Siria, Staffan de Mistura.
"El uso de barriles explosivos debe terminar", agregó De Mistura en el comunicado.
"Las evidencias demuestran que la gran mayoría de las víctimas civiles en el conflicto sirio se han debido al uso de esas armas indiscriminadas", agregó el enviado especial de la ONU a Siria.
Estos ataques, insistió, merecen "la más dura condena internacional".
De Mistura calificó como "totalmente inaceptable" que la Fuerza Aérea siria "ataque su propio territorio de una forma indiscriminada, matando a sus propios ciudadanos, como el brutal ataque que ocurrió hoy en Alepo".
Ataque ocasionó la muerte de 60 civiles
