
La digitalización fiscal es ya una realidad ineludible en España. La implantación de la futura factura electrónica obligatoria y el inminente sistema VeriFactu suponen un cambio profundo en la manera en que autónomos y pequeñas empresas gestionan su facturación y contabilidad. Aunque el objetivo de estas medidas es positivo -incrementar la transparencia y reducir el fraude fiscal- la velocidad y el enfoque de su implantación generan incertidumbre y una carga administrativa adicional que muchos pequeños empresarios y autónomos encuentran difícil de asumir sin apoyo especializado.
VeriFactu, el nuevo sistema desarrollado por la Agencia Tributaria, permite supervisar en tiempo real las facturas emitidas y recibidas, lo que incrementa la transparencia y el control fiscal. Desde el 29 de julio de 2025, su implementación es obligatoria para los softwares de gestión y facturación enfocados a empresas y autónomos, y el uso de dichos softwares será de implementación progresiva a pymes en enero 2026, y a autónomos en julio del próximo año.
Este calendario de implantación, aunque busca una transición ordenada, ha generado la necesidad de adaptación rápida en muchos negocios, y plantea importantes retos técnicos y operativos para los contribuyentes, especialmente para quienes no cuentan con estructuras, tecnologías ni recursos dedicados exclusivamente a la gestión fiscal y administrativa.
Para cumplir con VeriFactu, las facturas deben garantizar su autenticidad, integridad y legibilidad durante todo su ciclo de vida. Esto se logra mediante la aplicación de sellos electrónicos o firmas digitales que aseguren que los documentos no han sido alterados y que proceden de un emisor válido. Además, las facturas deben almacenarse en entornos seguros que garanticen su conservación y accesibilidad durante el periodo legalmente establecido, lo que facilita posibles inspecciones o auditorías, y reduce riesgos ante cualquier eventualidad.
La adopción de plataformas adaptadas a Verifactu y compatibles con sistemas de contabilidad es fundamental para integrar los nuevos sistemas de facturación con la contabilidad y otros procesos internos. Esta integración no solo garantiza el cumplimiento normativo, sino que mejora la seguridad de la información, evita duplicidades, reduce errores y simplifica la gestión diaria, lo que optimiza recursos y facilita la trazabilidad y el control fiscal. Para muchos pequeños negocios, esto puede ser también una oportunidad para profesionalizar aún más su estructura operativa y detectar ineficiencias.
En este sentido, aunque una digitalización fiscal adecuada tiene incontables beneficios, existe el riesgo real de que esta adaptación tecnológica tan necesaria se convierta en un proceso tedioso y termine con la exclusión o sanción a quienes no logren adaptarse a tiempo. El no cumplimiento de los requisitos técnicos y operativos de VeriFactu puede acarrear sanciones económicas significativas, además de la pérdida de ciertos beneficios fiscales. También puede afectar negativamente la reputación y la viabilidad de la empresa en caso de auditoría.
Lejos de ser un mero trámite, VeriFactu puede convertirse en una palanca de modernización y eficiencia para los pequeños negocios. Adaptarse no consiste solo en instalar un nuevo programa, sino que también implica revisar procesos, formar a los equipos involucrados, además de asegurar el cumplimiento de todos los requisitos legales.
Para garantizar una implantación correcta y segura, es fundamental anticiparse, no dejar la transición para el último momento, y contar con apoyo experto. La clave para avanzar de forma segura y sin riesgos radica en un enfoque personalizado que tenga en cuenta las particularidades de cada negocio, su estructura y su grado de madurez tecnológica.
Desde Talenom, defendemos una digitalización progresiva, accesible y comprensible, con un acompañamiento cercano que facilite a autónomos y pymes entender la normativa y adaptarse eficazmente a ella. Nuestra experiencia en países como Finlandia, donde la facturación electrónica se implantó hace más de una década, nos ha demostrado que una transición progresiva y acompañada es clave para que la digitalización fiscal sea realmente eficiente, útil y sostenible.
Por ello, ofrecemos a nuestros clientes asesoramiento experto y soluciones tecnológicas adaptadas a sus necesidades específicas, con el objetivo de facilitar una implementación fluida y efectiva.
Para afrontar la implantación de VeriFactu, recomendamos a autónomos y pymes seguir una serie de pasos prácticos: revisar y actualizar sus procesos de facturación, elegir softwares adaptados al sistema VeriFactu, formar a sus equipos, planificar para minimizar el impacto en la operativa y apostar por soluciones integradas que optimicen la gestión global. Esta preparación no solo facilita el cumplimiento legal, sino que abre la puerta a una transformación profunda en la manera de trabajar.
En definitiva, VeriFactu representa mucho más que una obligación legal: es una oportunidad para que autónomos y pequeñas empresas modernicen su gestión, mejoren su organización interna y se preparen para un futuro cada vez más digitalizado, transparente y exigente.
Desde Talenom, creemos firmemente que la tecnología debe ser una herramienta que permita avanzar y ser más eficientes. Por ello, el acompañamiento en este camino es imprescindible para transformar este reto normativo en una ventaja competitiva sostenible y garantizar el éxito en esta nueva era de transformación digital y transparencia fiscal.