Opinión

Trump y Putin, al teléfono

  • EEUU se quita de en medio porque su presidente no es con el que comenzó el asalto

El presidente Donald J. Trump (DJT) y el presidente Vladimir Putin hablaron por teléfono durante más de dos horas el 19 de mayo de 2025. Ese diálogo tuvo lugar tres días después del encuentro que delegaciones de Rusia y de Ucrania mantuvieron en Estambul a iniciativa de Putin, en el primer acercamiento entre ambos países tras el fracasado de 2022.

Rusia hizo visible durante una sesión previa en el Kremlin que la posición y la delegación de Moscú en Turquía contaban con el apoyo de los jefes militares y de la Inteligencia rusos.

El almirante Igor Kostyukov, jefe del servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (GRU) y el general Alexander Fomin, viceministro de Defensa, se sentaron a la derecha de Vladimir Medinsky, jefe de la representación de Rusia en Estambul.

Ucrania no es la prioridad de la interlocución que ambas potencias están reconstruyendo, ya que sus intereses abarcan Irán, Siria, India y Pakistán, energía, Groenlandia, el Océano Ártico o la seguridad estratégica, es decir, las armas nucleares.

No obstante, ¿de qué conversaron ambos presidentes sobre Ucrania?

Las fuentes públicas de esa charla son tres, veraces, aunque incompletas, e incluyen la alocución breve que hizo Putin, el mensaje de DJT en su red social Truth y el resumen de Yuri Ushakov, asesor de Putin y ex embajador de Rusia ante Washington.

Putin calificó la conversación de "franca y muy útil", dio las gracias a Trump por su mediación y afirmó que Rusia está lista para trabajar con Ucrania en un acuerdo de paz, siempre que "cualquier tregua aborde las causas profundas del conflicto".

DJT la definió como "productiva", expresó su optimismo sobre un pacto entre Moscú y Kiev, rechazó la imposición de más sanciones a Rusia porque perturbarían los esfuerzos de paz y afirmó que "este es el problema de Europa, no el nuestro".

El diálogo entre los dos presidentes abordó en detalle, al parecer, los siguientes asuntos.

DJT aceptó que negociar precede al cese del fuego, es decir, rechazó los 22 puntos que su asesor Kellogg pactó con Zelensky y con la "coalición de los indispuestos" en Londres, el 23 de abril, y el documento que su enviado Witkoff discutió con Putin en Moscú, el 25 de abril.

Putin pidió a DJT que detuviera la entrega de Inteligencia y de armas a Ucrania, directamente o a través de terceros países, y ambos acordaron impedir la intromisión de los europeos en las negociaciones entre Moscú y Kiev.

Putin sugirió a DJT dejar de insuflarle esperanzas al plan de Kellogg y del presidente Macron, del canciller Merz y de los primeros ministros Starmer y Tusk.

DJT "informó" de manera ejecutiva tras esa llamada a Zelensky, a Macron, a Merz, pero no, a Starmer o a Tusk, y añadió en esa ronda a la primera ministra Meloni y al presidente Stubb.

¿Qué pasó con Starmer, líder de la "coalición de los indispuestos"? ¿Qué le sirvió Putin a DJT sobre aquel? ¿Fue trasladado por ambos al pabellón de cuidados paliativos políticos?

Rusia tiene listo un memorando para presentar a Kiev, de acuerdo con lo pactado en Estambul, que incorpora la solución de Moscú a "las causas profundas del conflicto" y cuya firma será previa al cese de las hostilidades.

El alto el fuego propuesto por Zelensky y por la "coalición de los indispuestos" depende del beneplácito a dicho documento, al que seguiría el final del uso de la fuerza y del abastecimiento de armas y de Inteligencia a Kiev.

Ucrania ha sido derrotada por Rusia, la que como vencedora le dicta los términos y las condiciones de su capitulación.

Kiev se quedó sin alto el fuego, los combates continúan, Rusia avanza en todos los frentes y DJT arrojó a Zelensky y a los líderes europeos a los pies de los caballos.

DJT debe elegir entre la interlocución directa con Putin o una condicionada por la "coalición de los indispuestos", entre Kellogg, encamado con los líderes europeos, o Witkoff como asesor principal y entre Zelensky o un presidente de Ucrania nuevo.

El presidente estadounidense está poniendo la diplomacia por delante de la confrontación, lo que deja a Ucrania dependiente de los países europeos que quieran ayudarla.

Si las negociaciones con Ucrania no avanzaran, Rusia no sólo le reclamaría a Ucrania el reconocimiento de Crimea y de la totalidad de las cuatro regiones que se adhirieron a la Federación de Rusia mediante referéndums en septiembre de 2022.

Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, anticipó lo que vendría a continuación en un discurso pronunciado en San Petersburgo, el 20 de mayo de 2025.

"Ucrania tiene una última oportunidad de preservar los restos de su condición de Estado. Si (la) pierde, dejará de existir (…) (y) Rusia no tendrá más remedio que (…) seguir avanzando y resolver la cuestión definitivamente", dijo Medvedev.

Estados Unidos (EE. UU.), causante del conflicto, se quita de en medio porque tiene un presidente distinto al que comenzó el asalto a Rusia para derrotarla estratégicamente en lo militar, para quebrarla en lo económico y para aislarla en lo diplomático, que fracasó.

La política exterior nueva de EE. UU. sorprenderá a los socios europeos durante la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en La Haya a finales de junio.

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